Mauro Libi Crestani tuiteó: ¿Puede frenar la inestabilidad mundial nuestra recuperación?

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

El desplome de las bolsas, la caída del precio del petróleo y las incertidumbres sobre la evolución de las economías emergentes están tirando a la baja las previsiones de crecimiento de la economía mundial. Sin embargo, las estimaciones para España se mantienen. En concreto, según el último informe del FMI España seguirá creciendo en los próximos dos años por encima de la media de las economías avanzadas (un 2,7% este año y un 2,3% en 2017; frente al 2,1% de media de los países desarrollados). Mientras el FMI revisa al alza las previsiones de crecimiento español, rebaja la del resto del mundo. ¿Por qué los analistas tienen tantas esperanzas en nuestro país?

Un petróleo y dinero barato nos beneficia

La caída del precio de las materias primas (un 47% desde 2014 según el índice general de Bloomberg y un 73% en el caso del petróleo) afecta fundamentalmente a la estabilidad de Venezuela, Arabia Saudí, Rusia, Angola, Argelia, Brasil y México. Y, por ende, puede tener consecuencias negativas para las empresas españolas que hayan puesto su foco de crecimiento en esos mercados. Sin embargo, beneficia a sectores como el turismo y el transporte aéreo de nuestro país.
Según un informe de CRIF Rating Agency, en los primeros nueve meses de 2015 se alcanzó la cifra de 161 millones de viajeros (un 5,2% más que en el mismo periodo del año anterior), gracias tanto al mayor número de viajeros internacionales (+5%) como de la recuperación del mercado interior (+5,8%).
También el sector hotelero mantiene un crecimiento muy sólido, en este caso favorecido por la depreciación del euro frente al dólar. Y, según CRIF, no sólo sale beneficiado el turismo. El petróleo y el dinero baratos favorecen al conjunto empresarial de nuestro país: por el elevado endeudamiento de nuestra economía y por la dependencia del crudo (el 80% del consumo energético tiene que ver con los hidrocarburos).    

Los riesgos

Las turbulencias mundiales pueden afectar a la recuperación española mucho más que la inestabilidad política interna. En primer lugar, porque nuestra economía crece, pero también la deuda y el déficit. Un incremento de la prima de riesgo podría reducir la inversión pública (de hecho, tras la banca, las más castigadas del IBEX han sido las vinculadas a la contratación pública: ACS y Sacyr).
Otro enorme riesgo es nuestra excesiva dependencia de las exportaciones a la eurozona (las dos terceras partes van a parar a nuestros vecinos). Si el resto se frena o retrocede, nosotros también lo haremos. Y no hay que olvidar que Europa tiene pendiente un examen importante: la reestructuración de una parte de la banca italiana y alemana, sobre las que hay dudas de solvencia.  

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LUCES

- La fortaleza del turismo y del consumo interior, por la caída del precio del petróleo

- Mayor acceso a la financiación empresarial y a menor coste

SOMBRAS

- Elevada deuda pública

- Excesiva dependencia de las exportaciones a Europa, que no se recupera

- Inestabilidad política

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