“Todos empezamos por una circunstancia clave que te hace dar ese cambio. En nuestro caso, fue preguntarnos ¿por qué no hacemos una marca de ropa con un estilo que ya existe pero con unos precios más asequibles sin perder calidad? Siempre hay ese primer paso en el que te planteas hacer lo mío de una forma diferente a como lo hace el resto”, reflexiona Clemente Cebrián, co fundador, junto a su hermano Álvaro, de El Ganso.
“La unión de necesidad y oportunidad funciona. Los que hemos tenido la suerte de empezar jóvenes hemos funcionado como los bebés que lanzas al agua, que el espíritu de supervivencia te da una fuerza tremenda”, explica Nuria Vilanova, quien arrancó Inforpress, hoy Atrevia, nada más terminar la Universidad. La clave del éxito en ambos casos hay que buscarla en la combinación de calidad, innovación continua y apuesta por la marca. “En un sector tan maduro es clave la fabricación, que hacemos 100% en Europa por un tema de control tanto de la calidad como de la responsabilidad social. A la calidad hay que unir la innovación tecnológica, especialmente en la parte de cómo llegar al público”. Para Vilanova es crucial ese peso de las nuevas tecnologías: “el concepto de liderazgo ha cambiado con las redes sociales.
Lo que importa es tu capacidad de compartir, de escuchar, de pedir perdón, de interactuar. Los nuevos consumidores creen en las personas, quieren mirarnos a los ojos y ver si somos confiables”. Para Cebrián, “es clave ese proceso de innovación, de continuo cambio, de ajustarse a la realidad y la gente tiene que percibir la marca, yo creo mucho en la marca”.
Si algo les une es su fuerte visión global. “Con la crisis nos dimos cuenta de que no podíamos estar sólo en España y Portugal porque nos lo jugábamos todo a una zona geográfica”. Ahora están “en 12 +1 países y esperamos llegar a los 14” señala Vilanova. En el caso de El Ganso ha sido diferente: “en España la marca funcionaba y estaba de moda. Pero la demanda es muy
cambiante y no queríamos depender de un único mercado, así que en 2011 abrimos en Francia”. Ahora están también en Inglaterra, Italia, Portugal y Latinoamérica. La internacionalización “te obliga a mantener muy alto el perfil de innovación, abrir nuevos caminos, desarrollar nuevas necesidades. Y eso te hace ser muchísimo mejor empresa”, explica Vilanova. Y Cebrián lo confirma: “nuestro gran reto en el exterior es que vean una marca coherente y global y esa exigencia fuera nos hace ser mejores aquí”.
Desde sus empresas tienen una posición privilegiada para detectar las nuevas tendencias. “En retail están surgiendo muchas empresas que sacan sus productos con el foco puesto en la personalización y la individualización. También hay un desarrollo tremendo en marketplaces de alimentación, ropa, productos artesanales... Muchos Amazon pequeñitos que se pueden desarrollar”, insiste Cebrián. “Estoy viendo un espíritu emprendedor como nunca -confirma Vilanova-, con una mentalidad de que las cosas se consiguen en función de lo que yo innovo y empiezan a perder el miedo a emprender”.
Un verbo, el de emprender, con el que se identifican plenamente. “Emprender es crear algo, cosas nuevas y, si volviera a empezar, lo haría de nuevo”, sentencia Cebrián. “Yo también. De hecho, mi obsesión es ayudar a mi equipo a que sean todos intraemprendedores” dice Vilanova.
vía Talento para innovar en sectores maduros