Mauro Libi Crestani tuiteó: No cometas estos errores al registrar tu marca

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Hay startups que nacen ya con la ambición de crear una marca desde el comienzo. El esfuerzo, además de titánico, es loable dado que ello es indicador de una aspiración de identidad y trascendencia. Sin embargo, según observa de Rocío Peris, directora de la oficina en Madrid de la firma de propiedad industrial e intelectual Pons Intellectual Property, es habitual la comisión de algunos errores que las startups deberían tener en cuenta antes de registrar su marca. Son los siguientes.

1.- No es lo mismo la razón social que la marca

Son muchos los que piensan que es protección suficiente para sus productos, inscribir a la empresa en el Registro Mercantil. En este sentido, Rocío Peris recuerda que no es lo mismo la razón social corporativa que la marca. Cada una lleva su proceso de registro y tramitación independiente. Así, mientras que la empresa, como persona jurídica, debe darse de alta en el Registro Mercantil , la inscripción de la marca así como la razón comercial de la empresa, se realizan en la Oficina Española de Patentes y Marcas .

2.- Cada país tiene su registro

El registro de la marca nos da el derecho exclusivo para usarla en un mercado, pero sólo en aquel en el que se ha inscrito. Cada país tiene su propia oficina de patentes y marcas y hay que registrarla allí donde vayamos a operar. No obstante, que hay oficinas que abarcan más de un país, como la  OAMI, que es un registro de ámbito para la Unión Europea.

3.- Especialidad y territorio

Hay dos variables fundamentales que deben tenerse en cuenta a la hora de registrar una marca. La primera es acotar el máximo posible la especialidad concreta que corresponde a tu producto o servicio. A diferencia de lo que sucede con la razón social, hay empresas que cohabitan tranquilamente con una misma marca, pero que no comparten la actividad. Peris cita como ejemplo el nombre de Magno, que tanto puede asociarse al gel como con al brandy. Estas dispersión resta fuerza a tu marca, por lo que parece interesante consultar, antes de registrarla, no sólo las existentes en tu actividad sino en todas.

La otra variable importante es la territorial. Son muchas las startups que nacen ya con vocación global lo que les anima a un registro internacional de la marca antes, incluso, abordar los mercados foráneos. Teniendo en cuenta que son organizaciones que no van precisamente sobradas de recursos, la recomendación de Peris es que registren conforme vayan desembarcando en otros países. Si lo haces así, recuerda también los tiempos, teniendo en cuenta que, aunque dependa de cada país, la media de concesión está entre 4 y 5 meses.

4.- Procura que coincidan los nombres

Si la intención original es vincular a tu empresa con una marca, procura que ambos nombres coincidan para conseguir un mejor posicionamiento. Es un fallo bastante habitual registrar a una empresa, por ejemplo, con el nombre de Fisioterapia Jiménez, S.L. y luego buscar un nombre artístico para lanzar una línea de productos. Lo mejor es hacerlos coincidir desde el principio al objeto de aunar esfuerzos. Comprueba también, inmediatamente, si el nombre del dominio está disponible en internet, que es otro de los primeros pasos que debes dar para la visibilidad o creación de tu negocio online. Recuerda que el concepto de marca incluye logo y página web.

5.- La elección del nombre

Suele ser motivo de numerosas reuniones de socios y quebraderos de cabeza sabiendo la importancia que el nombre imprime en la personalidad de la empresa. No se trata solo de palabras rotundas o fonética agradable, sino vigilar, también, por su acogida en otros mercados. Conviene, pues, elegir el nombre pensando en la internacionalización, que para eso creas marca, un nombre fácilmente reconocible en cualquier idioma, sin nuestras jotas ni eñes, y, desde luego, que no sean mal sonantes o de mal gusto al traducirlos a otras lenguas.



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