A los emprendedores se les pide haber arrancado ya con la idea de negocio y ser menores de 35 años, luego, independientemente de cuál sea la actividad empresarial a la que se dedican, el programa les asigna al mentor adecuado de entre sus más de 450 empresarios voluntarios disponibles. Este se encargará de acompañar al emprendedor de forma desinteresada, al menos durante un año, aportándole asesoramiento en función de su dilatada carrera empresarial. ¿A cambio de qué? “a cambio de la satisfacción personal que produce ayudar a un joven a salir adelante con su propio proyecto y contribuir a la dinamización de la economía del país”, dice Jaime Cavero Gandarias, emprendedor múltiple, fundador de la consultora Dyrecto y responsable de Mentor Day, Startup Europe Week y de Youth Business International (YBI) en la zona de Canarias.
Una visión común
El programa de mentores se realiza a través de YBI, un programa internacional que funda en el año 2000 el Príncipe de Gales al objeto de potenciar el impacto de las acciones de apoyo a los jóvenes emprendedores en el mundo. A España no llega hasta 2014, donde se registra como fundación privada sin ánimo de lucro con la misión de canalizar y sumar esfuerzos en la lucha contra el paro ayudando a los jóvenes a poner en marcha sus proyectos de autoempleo e ideas de negocio. Los beneficiaros son jóvenes de entre 18 y 35 años que cuentan con potencial emprendedor y una idea de negocio, pero que carecen de recursos para ponerla en marcha.
El objetivo para 2020 es lograr, a escala global, la puesta en marcha de 100.000 nuevos negocios al año. A escala local, el reto es la creación de 5.000 nuevos negocios en España que generen 10.000 puestos de trabajo. Por poner un ejemplo del ritmo de crecimiento, diremos que en el caso de la zona de Canarias, dinamizada por Mentor Day, en lo que va de año, se han creado 47 nuevos negocios que han generado 59 nuevos puestos de trabajo de emprendedores que se han apoyado en su metodología.
Como una franquicia
La forma de expandirse la red es a través de socios locales que operan en régimen de exclusividad en las distintas regiones. En el caso de España cuentan ya con 9 socios locales, del nivel de la Fundación Tomillo, en Madrid, Autoocupació, en Cataluña, Creas Invierte, en Aragón, o Mentor Day en Canarias. Para ingresar al programa, los socios pagan una cuota de inscripción a cambio de utilizar la marca y recibir los recursos y el know-how de la central de YBI. Tanto mentores como nuevos emprendedores pasan previamente por un periodo de formación obligatoria, que certifica el compromiso serio de las partes con el programa.
Youth Business Spain ofrece también, a través de sus socios, un servicio de orientación y mediación para facilitar a los jóvenes el acceso a los recursos financieros necesarios para poner en marcha sus proyectos empresariales.
Hasta el momento son 450 los empresarios experimentados que se han ofrecido como voluntarios para ejercer la mentorización. “Para persuadirles para que participen apelamos a su corazón y sorprende ver la buena disposición y de contribuir a un bien social de muchos de ellos”, dice Jaime Cavero. El programa les prepara en “la mentorización, pero en el sentido amplio de la palabra. No sólo contabilidad o finanzas. Les enseña a valorar la personalidad de cada emprendedor, sus fortalezas y debilidades, sobre mantenerse firme en la montaña rusa…Pero la metodología contiene también una parte formativa formal en los aspectos de cualquier negocio”.
El complemento de las aceleradoras
Paradójicamente, más contrarios a participar que los empresarios consolidados, a los nuevos emprendedores se les evalúa sobre todo por las ganas de hacer y el empeño emprendedor por lo que se les exige tener ya concebida la idea de negocio o haber arrancado la empresa. Da igual la actividad por la que se decanten como del tipo de empresa que quieran desarrollar. Es decir, que lo mismo vale el programa para una panadería que para una EBT o como solución al autoempleo. “No buscamos ideas disruptivas- dice Jaime Cavero-por eso creo que somos un complemento perfecto para las aceleradoras y para acoger todos esos proyectos que quedan fuera y que yo llamo emprendedores zombies”.
Afirma Cavero que, una vez iniciado el programa, la tasa de abandono es nula y que disponen de una herramienta para hacer un seguimiento de las parejas para saber cómo evolucionan los proyectos y su encauzamiento a lo largo de ese año de acompañamiento. “Lo que más me satisface es comprobar cómo mis conocimientos son útiles para otro emprendedor”, concluye Cavero, con una larga trayectoria atendido a emprendedores, a jóvenes, y ayudando a consolidar proyectos desde su trabajo de profesor en la Universidad y en diversas aceleradoras.
vía El reto: 5.000 negocios y 10.000 empleos nuevos antes de 2020