Mauro Libi Crestani tuiteó: ¿Un negocio base cero o un negocio parasitario?

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Abogado de profesión, profesor universitario y especialista en estrategias jurídicas de viabilidad empresarial, Juan José Villena, responsable de Entorno Umbrella abordará en su próximo taller formativo el temas de los que él denomina negocios de base cero.

“Un negocio base cero es aquel que, a diferencia de los que yo llamo negocios parasitarios, tiene un propósito, crear un negocio aportando el conocimiento, el entusiasmo y el activo patrimonial del emprendedor en un proyecto definido con metas claras, objetivos realistas y cuantificables y todo ello en un soporte estructurado jurídicamente viable y con un riesgo controlado”, es la definición que él mismo ofrece de este tipo de negocios. En el lado opuesto estarían, pues, los parasitarios, el 95% de los que dice recibir en su despacho, caracterizado por un tipo de emprendedor que no está dispuesto a arriesgar un euro de su patrimonio personal y que pasa años diseñando un plan de negocios que, finalmente, nunca ejecuta.

“La diferencia fundamental con los negocios parasitarios-dice- es que estos no tienen ningún interés en invertir patrimonio alguno ni transformarse en verdaderas máquinas de generación de riqueza para sus creadores. Solo son una forma de pasar el rato en un eterno emprendimiento sin metas ni objetivos.  Solo buscan absorber el trabajo y el rendimiento económico de los demás, escudados en una falta total de motivación real y poniendo siempre pegas”. “Ojo que estos “negocios” abundan y son el peor tipo posible, quitan tiempo y el único bien que nunca recuperamos es el tiempo”, advierte.

Eliminar esta segunda especie del panorama emprendedor y una recuperación del sentido común, es lo que persigue Villena con el taller que impartirá esta semana en el Vivero de Empresas de Carabanchel, orientando a personas interesadas en crear negocios sostenibles con poca inversión.

Cómo identificarlos

Varias son las claves que ayudan, según Villena, a distinguir inmediatamente al tipo de base cero del parasitario. Serían estas:

-Está dispuesto a arriesgar: “No sólo su tiempo, que parece que es la única moneda que manejan los parasitarios, sino también su patrimonio personal, por pequeño que sea, y alcanzar una eficiencia integral en el gasto inicial. Mi consejo es siempre que separen en cuentas distintas el activo personal del activo del negocio" para no asumir riesgos innecesarios. Si consigue financiación bancaria, mejor, pero "que procure no superar el 25% del coste de la inversión por esta vía". En cuanto a los avales recuerda a los emprendedores: “Te podrás divorciar, pero nunca romperás un aval, aunque el matrimonio lo haya bendecido hasta Dios todopoderoso.

-Hacen un plan de negocio realista: No de copia pega, de esos en los que todos los notarios cobran lo mismo y todos los clientes pagan antes de que venzan los 30 días, como hacen los teóricos parasitarios. Me refiero a un plan serio y realista, con cálculos propios, y con vistas, como mucho, a un año, no a una década, como me ha presentado alguno.

-Con resultados probados:La única manera de demostrar que el plan es realista y, en consecuencia viable, es salir un día a la calle y vender por el precio fijado, salir al día siguiente, y lo mismo, y así hasta asegurarte de que tienes cerrado el ciclo de producción, venta y cobro. Eso es un negocio, lo demás es humo.

-Organización estructurada: Este sería el cuarto indicio que indicaría a Villena que lo que tiene delante es un negocio de base cero. En este caso se apoya más en la vertiente jurídica de los negocios y alienta al establecimiento de organizaciones con estructuras móviles, capaces de adaptarse con agilidad a los cambios que sobrevengan y al desarrollo de técnicas de asimetría para que no nos pillen por sorpresa los cambios en el mercado.



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