Mauro Libi Crestani tuiteó: 2.000 km a pie para demostrar su coraje emprendedor

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

“Bueno, pues si no es un mes será más, pero yo lo voy a hacer y lo voy a conseguir. No me pienso rendir porque no conozco esa palabra”. Así muestra su determinación Yeray Castilla Gaete, un joven de 19 años habitante de Escucha (Teruel) que se ha propuesto recorrer 2.000 km andando por toda España para demostrar que está dispuesto a esforzarse todo lo que haga falta para conseguir su sueño: ser emprendedor, “trabajar y dar trabajo en mi país”.

No es que le haga ilusión especial recorrerse España andando, pero es la única alternativa que dice tener después de varios intentos frustrados. Lo que quiere montar Yeray es un e-commerce de moda con sus propios diseños. Salvo que “es muy novedoso”, poco más adelanta del proyecto por miedo a que le copien la idea y se le adelante alguien con más recursos. El plan de empresa y de viabilidad lo tiene certificado, además, por el Instituto Aragonés de Juventud. Con él fue a pedir un minicrédito sin aval para jóvenes emprendedores de 19.000 € a una entidad financiera que se lo denegó, argumentando el riesgo de la inversión cuyo retorno no garantizaba el patrimonio personal del interesado. “Mi abuelo, un hombre fuerte, minero, lloró”.

El siguiente paso fue hacer unas papeletas y venderlas entre su círculo más cercano. Aquello fue más simbólico que rentable porque apenas consiguió reunir 200 euros reunidos por esta vía. Así que se animó a hacer un crowdfunding, como había oído que hacían muchas startups, pero tampoco le fue bien. De los 25.000€ que pedía, sólo obtuvo 55€”.

Dudas

Pero, ¿nunca se ha planteado la posibilidad de que el proyecto sea malo? “Pues claro que sí. Yo no digo que mi proyecto sea la bomba, digo que es novedoso, que es viable y que tiene mercado. Pero claro que he dudado, llevo más de 1 año dándole vueltas y puliéndolo con otros que también emprenden porque hace años que formo parte de la organización de jóvenes dinamizadores rurales. Pero nadie me ha argumentado que sea malo”. Para granjearse la fe de otros empresarios, es para lo que ha proyectado la maratón personal que, iniciará, “posiblemente, el mes de noviembre”. Lo que ha conseguido es la palabra de varias empresas de la zona de que, si consigue el reto de los 2.000 km, le patrocinan con la aportación conjunta de 25.000€, cantidad que estima suficiente “para montar la empresa”.

-“Y si, por casualidad, alguien se apiada antes de que empieces la maratón y adelanta ese dinero?

-“No es eso lo que quiero. Ahora ya me he propuesto demostrar que soy capaz de esforzarme para conseguir mi sueño. No me gustaría que pensasen que he montado todo esto para llamar la atención y conseguir el dinero por la vía rápida”.

Sin embargo, es a través de una agencia de comunicación como tenemos noticia de la gesta de Yeray Castilla. “Sí, contraté los servicios de la agencia con el dinero que conseguí trabajando de camarero en las últimas fiestas del pueblo. Lo invertí todo en eso, para que la gente se entere de los problemas que tenemos los jóvenes emprendedores rurales. Ahora sí que tengo la cartilla a 0”.

La infancia de Yeray Castilla no fue fácil, con un entorno familiar más propicio a la madurez prematura que al ensoñamiento. Ahora piensa que es de ahí de donde le sale la fuerza para ejecutar su propio proyecto.

No tan 'ninis'

El vídeo que grabó para anunciar su propósito, ha recibido ya cerca de 12.000 visualizaciones. Cuanta más gente lo ve, más obligado se siente a cumplir con la promesa. El reto no es fácil porque, aunque dice que está sano, reconoce que sus recorridos diarios se limitan a los paseos que da con su abuela, de 8 km ida y vuelta, al pueblo vecino.

“Dicen que los pueblos están destinados a desaparecer-comenta en el vídeo-. Hay jóvenes que intentamos cambiar esto y que los pueblos no desaparezcan, no queremos irnos… queremos dinamizar el medio rural, luchar por él, pero nos vemos solos porque, como mucha gente sabe, sobre todo los que vivimos en Teruel, somos ciudadanos de segunda”. Reprocha a las instituciones la falta de apoyo real a los jóvenes emprendedores y a los políticos esa afición por construir aeropuertos “que parece que los hacen para que los utilicemos los jóvenes para irnos del país”.

-Y si todo va bien, ¿tomarás también el vuelo?

“Si todo marcha como yo espero, igual tengo que poner la sede en otro sitio que no sea Escucha, porque esto es un pueblo con muchas limitaciones, pero tengo claro quién me ha acompañado todo el camino”.



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