Mauro Libi Crestani tuiteó: ¡Buena idea! Una app para combatir el acoso escolar

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Cristian Cisa y Borja Berenguer son los socios fundadores de Dinantia. Ambos, padres de niños menores de 10 años, crearon una primera aplicación que sirviese para mejorar la comunicación entre los padres y el centro escolar. Claro que ya existían vías de comunicación tipo mails, teléfono o los ruidosos grupos de whatsApp, pero estos emprendedores entendían que la solución debía aportar valor y ser efectiva viendo, en ello, una oportunidad de negocio. “Ya sabemos cómo funcionan los grupos de Whatsapp. Un niño se pone malo y recibes 30 mensajes deseando su pronta recuperación”, bromea Cristian Cisa.

La propuesta de Dinantia consiste en una aplicación que permite el contacto directo entre los padres y los profesores o responsables del centro. Los interesados en registrarse, sólo tienen que descargar la aplicación gratuita y elegir el número pin que deseen para acceder a las distintas funcionalidades. La monetización se realiza a través de la licencia anual de cada centro al coste de 2€ al año por cada alumno. “Queríamos llegar a todo tipo de colegios, pero también a los públicos, que suelen quedarse al margen de estas soluciones por falta de recursos, por eso pusimos un precio asequible”, aclara Cristian Cisa. Otra de las ventajas que ofrece Dinantia es la posibilidad de validar legalmente la firma de las autorizaciones de los padres gracias al pin personal. Así, a través de ella, el familiar puede anunciar la falta del niño o autorizar su asistencia a una excursión.

Una solución que protege al denunciante

El control de asistencia o la promoción de alumnos son otras de las funcionalidades que incluye la aplicación que salió al mercado hace menos de 1 año. Desde entonces se han adscrito 70 centros escolares –cerca de 25.000 alumnos- que se reparten por toda España y algunos colegios latinoamericanos. La idea de la empresa, es dar el salto a la internacionalización en cuanto se hayan consolidado en el mercado nacional.

Por el mismo precio todos los centros adheridos pueden beneficiarse de la nueva funcionalidad añadida por los impulsores de Dinantia para combatir el acoso escolar. Se trata de StopBullying que, desde hace unos días, se ofrece como herramienta de apoyo al centro docente para la detección precoz de casos de bullying y valorar la dimensión real del problema.

A través de Dinantia cualquier alumno podrá contactar con los profesores o responsables del centro, de forma anónima y, bien como afectado, bien como testigo, denunciar el posible caso de bullying. La aplicación permite adjuntar pruebas audiovisuales u otros documentos que prueben la acusación cuyo responsable podrá conservar el anonimato mientras lo desee. "Es una manera de evitar coacciones y represalias".

La magnitud del problema

El aumento de la problemática del acoso escolar, se agrava con la demora en denunciar. “La media es de 9 meses -dice Cristian Cisa- de forma que, cuando se quiere arbitrar una solución, a veces ya es demasiado tarde”. El deseo de Dinatia es, sencillamente, agilizar el proceso y poner a disposición de la comunidad educativa una herramienta de ayuda para identificar estos casos, pero no entran en la resolución de los mismos delegando esta responsabilidad en la autoridad del centro o judicial. “En este sentido, ya hay Ayuntamientos y Gobierno autonómicos que han puesto en marcha mecanismos de arbitraje”.

“Los programas antiacoso escolar se desarrollan, no con todo el éxito que querríamos, desde hace tiempo en toda España”, explica en este sentido José Antonio Luengo, psicólogo y antiguo jefe del Gabinete técnico del Defensor del Menor. Luengo forma ahora parte del equipo de expertos creado en la Comunidad de Madrid para intervenir en casos especialmente delicados. “No podemos hablar de cifras exactas porque depende mucho de los parámetros que aplica cada metodología. Si sabemos que, hoy en día, al menos un 1% de niños están sufriendo situaciones de acoso de manera grave, esto es: mantenidas en el tiempo, con clara intencionalidad de hacer daño, con una jerarquía entre los agresores y la víctima muy clara y con un sufrimiento tremendo por parte de la víctima” explica. En cuanto a las edades, es en la franja de entre los 9-14 años donde se concentran más casos, siendo entre los 11-12 donde se hace “más visible y ostensible”.



vía ¡Buena idea! Una app para combatir el acoso escolar