Mauro Libi Crestani tuiteó: El emprendedor que no perdona malgastar el tiempo

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Carlos Jiménez cuenta las semanas que le quedan de vida. No es que le hayan dicho que tiene los días contados, al contrario, de optimista que es tiene el cálculo hecho hasta los 100 años. Le quedarían 3.150 semanas. De cumplirse la expectativa de vida y mantener el ritmo que lleva, podría jubilarse a la edad de 65 años con 25 startups impulsadas.

Arrojo no le falta. Para dar una idea diremos que Carlos Jiménez conoció a su mujer un mes de febrero y en septiembre de ese mismo año ya estaban casados. “Todo lo que me rodea gira un poco en torno a esa paranoia que tengo con no perder el tiempo. Mi mujer dice que debería frenar, pero cuando sé lo que quiero, lo hago”, dice.

Esa obsesión conecta con su nuevo proyecto, Valeet, una aplicación que acaba con el problema de aparcar el coche. “Si, por ejemplo, voy a ir a un teatro de la Gran Vía o a una reunión de trabajo, cojo la aplicación, pongo la dirección a la que me dirijo y, cuando llego al punto de destino, hay un conductor esperándome, se monta en mi coche y hace que desaparezca. Cuando quiero regresar, le doy de nuevo al botón para que me lo traigan de vuelta. Mientras, el coche, al que yo sigo el rastro en todo momento, está en un parking privado, vigilado y cubierto con un seguro a todo riesgo”. Eso es Valeet, un servicio de aparcamiento on demand que cuesta 5€ la hora –la primera, de prueba, es gratuita- que incluye servicios adicionales como lavado de coche o reposición de gasolina.  

El problema

La solución, activa en Madrid desde hace unas semanas, llegará en breve a Barcelona, ciudades donde el aparcamiento es un grave problema. Las cifras son estas: “De los 18 millones de conductores que hay en España, el 72% usamos el coche a diario. Tardamos una media de 20 minutos en encontrar un aparcamiento y eso después de dar varias vueltas a la manzana, frenando y arrancando todo el tiempo. Ese dar vueltas representa el 30% del tráfico urbano en las ciudades, e idéntico porcentaje de polución. Por otro lado, el 27% de los edificios residenciales, y sólo el 27%, tienen plaza de garaje, el resto no. Luego, ya desde un punto de vista meramente económico, hay que decir que el 32% de las multas  de tráfico son por aparcamiento,  2.000 millones de euros todos los años, casualmente la misma cantidad que mueve la industria de los aparcamientos, 23.000 millones en toda Europa. Brutal”.

Canales de monetización

La lista de las funciones puede ser infinita, porque igual que el chófer te llena el depósito de gasolina, podría pasar la ITV o devolverte a casa tras una noche de ‘farra’. Todo se andará. De momento, con las que incorpora es suficiente para dar a conocer el producto que, además del mercado de masas, pretende abordar otros canales de monetización en un modelo B2B. En esta línea, ya están cerrando acuerdos con empresas para que utilicen Valeet, sobre todo los equipos de venta, pero también cualquier otro empleado y los ejecutivos. “Hay empresas que gastan entre 500 y 1.000€ en taxis al mes por empleado”, vuelve Carlos Jiménez a los números.

El mercado de los eventos es otro en el que se están adentrando. No sólo con sus promotores, sino también con empresas de ticketing que quieran vender una experiencia con el parking incluido, habiendo cerrado ya un acuerdo con Restaurantes.com. La otra pata sería la parte residencial, donde quieren ofrecer a los usuarios un pack de suscripción mensual.

Competencia, en España, no hay, dice Carlos. “Existe una similar en Estados Unidos que acaba de conseguir 75 millones de dólares de financiación”.  Habrá que creerle, porque el CEO conoce bien lo que se ‘cuece’ en Silicon Valley.

Emprendedor de raza

Ingeniero informático por la Universidad de San Luis (EE.UU), Carlos Jiménez vivió en numerosos países debido a la profesión del padre, directivo de Repsol. “He llegado a estar en 14 colegios y siempre me he adaptado bien”. Tal vez por eso su carácter espontáneo y extrovertido. Antes de emprender, trabajó con David del Val, actual responsable de I+D en Telefónica, y luego dio el salto a Alten, una multinacional francesa para la captación de talento, donde consiguió números espectaculares.

Su primer proyecto emprendedor lo montó en 2009. Se trataba de Quadram, una de las primeras consultoras tecnológicas de movilidad en España que llegó a tener 40 empleados. En 2012, empiezan a inquietarle las noticias que llegan de Silicon Valley, “Instagram, vendido con tan solo 9 meses de vida”. Así que, a los pocos meses, vendió sus propiedades, coche incluido, y se fue para allá con su ya esposa y el gato.

En Silicon Valley acomete un nuevo proyecto, Social mobility, algo similar a Quadram, pero especializada en consultoría de negocio. Apenas tuvo tiempo de desarrollarlo porque, a los 3 meses de llegar, le ficharon en Movoto para que lavase la cara a la empresa antes de venderla. “No solo de cara a los usuarios, sino también internamente, en los procesos de producción. A los 9 meses, la empresa pasó de facturar 5 millones de dólares a 7.5´”, hasta que la compró un grupo japonés. Misión cumplida.

Poco después, Carlos se cruza con el fundador de Trov, Scott Walchek, uno de los primeros inversores en Badoo, el facebook chino. A Carlos Jiménez, todavía hoy socio de la compañía, le tocó trasladar un modelo de negocio enfocado a los ricos de EE.UU al mass market. Rompía así el sector Insurtech con un producto on-demand insurance (seguro a demanda) basado en micropólizas. De conseguir 3.5 millones de dólares de financiación, Trov pasó a levantar 40 millones.

En estas se hallaba cuando, un problema familiar, lleva a la pareja a regresar a España en agosto de 2015. Había conocido en EE. UU a Eneko Knorr, uno de nuestros emprendedores más emblemáticos y fundador de Hostalia. Con él se enrola en el proyecto de Ludei de nuevo con el objetivo de transforma un modelo de negocio freemium en otro de pago. 

Una vez conseguido, decide que ya es hora de acometer un nuevo proyecto en solitario, su quinta startup. Es aquí donde concibe Valeet, con el que pronto espera expandirse por Europa y Latinoamérica. Y, ya algún día, regresar a Silicon Valley porque “yo creo que he nacido para vivir en San Francisco y allí volveremos. Prometido”.



vía El emprendedor que no perdona malgastar el tiempo