Mauro Libi Crestani tuiteó: La fructífera conexión China-España

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Saben que la mayor resistencia que tienen que vencer es la de la confianza, por eso de que son chinos y de que quieren abrirse paso en un mercado, como es el de la telefonía móvil, con claras señas de madurez. De aquí que pongan el acento sobre el servicio de atención al cliente y la política de transparencia. No desatienden, por ello, la puja de la innovación.

La marca que lucen ya cerca de 30.000 usuarios españoles en sus smartphones es Weimei, siendo el modelo weimei force el más vendido, al precio de 160€. Los hay más baratos y más caros, pero siempre bajo la premisa de “última generación a buenos precios”.

Se trata de una marca de origen español que impulsan dos emigrantes chinos. Juan Yuan llegó a España a la edad de 4 años, así que tiene tal fluidez del castellano que hasta cuesta seguirle tomando nota. Más difícil fue para su primo Pablo, quien no desembarcó hasta los 14 años. En ambos casos, sus padres optaron por montar un negocio de electrónica pequeña donde los hijos tenían que ayudar los fines de semana. “Ir a la tienda era casi como un castigo, sobre todo cuando veías a los compañeros paseando por la calle, pero también me dio la oportunidad de cacharrear con todos los aparatos. Así nació mi pasión por la tecnología”, cuenta Juan, actual consejero delegado de la compañía.

Ya en la adolescencia, Juan Yuan se fue a Reino Unido a estudiar Ciencias Económicas por la Brunel University y, más tarde, hizo un máster en China in Comparative Perspective por la London School of Economics and Political Science. Su primo Pablo prefirió estudiar Ingeniería Informática en Italia, donde más tarde montó un servicio técnico. En el año 2015, ambos primos se ponen de acuerdo para unir habilidades y regresar a España a montar su propio negocio, Weimei. “El sector lo teníamos claro porque, además de gustarnos, pensamos que a la industria le queda todavía un largo recorrido. Es un mercado con mucha rotación, donde surgen oportunidades nuevas cada 2 o 3 años”. La startup madrileña desarrolla su actividad en un mercado -el de teléfonos móviles libres -que en España supera los 7,6 millones de unidades al año y donde las marcas emergentes mantienen un 10% de cuota de participación. 

Innovar o morir

Las expectativas no quitan, sin embargo, la presencia de grandes competidores. Torres más altas han caído y cita Juan, como ejemplo, el caso de Nokia, del que extraen la lección de huir de la autocomplacencia y la necesaria adaptación permanente a los cambios. “Si no innovas, te quedas atrás y caes, por fuerte que seas”. Como todavía es una startup pequeña, ellos la innovación la introducen a pequeñas dosis, como el doble whastapp que llevan, de forma nativa, sus teléfonos dual SIM. La otra batalla la libran con los precios, donde procuran ser más competitivos que la media. En cuanto a la distribución, que empezaron haciendo a través de su web, se realiza ya en casi todas las grandes tiendas 

Es en la fabricación donde aprovechan la conexión China-España. Aliados con el gigante asiático Gionee, los teléfonos weimei se producen íntegramente allí, la única forma que se les ocurre de abaratar precios sin reducir la calidad. “Cuando me hablan de teléfonos de fabricación propia, yo no me lo creo, porque eso es insostenible económicamente”, dice Juan.

Donde se niegan a delegar es en la comercialización, que por ahora tienen en exclusiva para España y Portugal, en la gestión de la empresa y en el servicio de atención al cliente. Como compañía 100% española, se atienen a la ley de garantía de 2 años y asumen el compromiso de, en caso de incidencia, recoger el teléfono a domicilio y devolverlo con el problema resuelto en el plazo máximo de 5 días laborables.

En cuanto a los planes de expansión, Juan y Pablo entienden que les queda todavía mucho por hacer en España y Portugal, máxime cuando no quieren dar participación a business angels ni venture capital. “Estamos financiándonos por la vía tradicional, con ventas y créditos bancarios. No tenemos prisa por crecer, preferimos hacerlo de forma orgánica. Así que el año pasado metimos el pie en el agua, este año nos hemos lanzado a la piscina y al próximo nos toca aprender a bucear”.

¿Qué si lo que domina en la empresa es el carácter de esfuerzo y emprendedor de los chinos? Pues ellos ni se lo plantean “supongo que habrá algo de los dos lados, pero es que eso de los estereotipos”. 



vía La fructífera conexión China-España