Mauro Libi Crestani tuiteó: Para los que quieren pagar menos luz

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

El modelo de negocio es un B2C porque sus clientes no son las grandes cuentas sino los hogares, en su opinión los marginados de las eléctricas, “pese a ser ellos quienes copan las noticias de la pobreza energética”, dice Borja Moreno, CEO y fundador de Kwiil . A estos consumidores finales son a quienes dirigen su solución de abaratamiento de la factura de la luz de hasta un 50%.

El primer 25% de ahorro lo consiguen mediante el análisis personalizado del consumo de cada cliente. Introduciendo el código CUPS (Código Universal de Punto de Suministro) que aparece en la factura, Kwiil analiza el histórico de ese cliente. Si observan que la potencia contratada es mayor de la que realmente necesita, ajustan esta variable -un gasto fijo que no suele modificarse al cambiar de compañía-. Pero antes, han contratado la energía, 100% renovable, a los mayoristas más baratos en el mercado global. Esa energía que ellos compran la ofrecen a los clientes al mismo coste, cero para el consumidor. La compañía se encarga, además, de realizar todos los trámites necesarios para el cambio de empresa.

Una hucha virtual de la energía

Para compensar la pérdida de ganancia con la venta de la energía, Kwiil ofrece simultáneamente un servicio de ahorro a los usuarios al coste de 30 céntimos al día. Y, aunque para la compañía sea el canal de monetización, para los clientes representa la segunda vía de cómo obtener el 25% restante del ahorro final prometido. El servicio consiste en la distribución de enchufes inteligentes y equipos autoinstalables (kit Energy Controller) que, conectados al Smartphone, permiten al usuario el control a tiempo real del consumo del hogar y actuar sobre él desde cualquier punto. El sistema incluye, también, envío de consejos para la optimización del consumo y notificaciones que alertan de posibles incidencias o avisos de cuando estás sobrepasando el consumo deseado.

Asimismo, conforme a lo contratado, Kwill calcula la progresión del consumo y, como el compromiso es que el cliente pague sólo por lo que consuma, lo que ahorra un mes lo acumula en una especie de hucha virtual para posibles excesos de otros meses. Sin condiciones de permanencia, el cliente podrá darse de baja cuando lo desee y recuperará el dinero de la hucha virtual. En definitiva, lo que consigue esta startups no es sólo abaratar la factura de la luz sino también delegar en el consumidor la gestión y el control del gasto al objeto de evitar sorpresas indeseadas en el pago y el suministro.

Red colaborativa

Otra de las funciones que incluye Kwill es la posibilidad de integrarse en una red colaborativa en la que sus clientes, ordenados conforme a un ranking de ahorro, pueden consultar el consumo de otros usuarios con perfiles similares y conectar con ellos para informarse de cómo consiguen abaratar los costes. En sus planes para 2017 está añadir un sistema de gamificación que fomente la eficiencia del consumo energético a través de premios o cupones descuentos.

La empresa, que salió al mercado hace menos de un año, ha contado, para su financiación,  con un préstamo participativo de Enisa y la obtención de 150.000€ aportados por la mayor comercializadora de energía en Portugal en una ronda de inversión. El equipo está siendo actualmente acelerado en Conector, aunque la startup, que dice haber tomado el nombre del dios  sol de la cultura Maya, sigue acumulando métricas.



vía Para los que quieren pagar menos luz