Mauro Libi Crestani tuiteó: Una red de consignas de barrio para desentenderse del equipaje

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

El 66% de los viajeros asegura que le preocupa más extraviar o el robo del equipaje, que el hecho de subirse al avión. La mayoría de los hoteles permiten a los viajeros dejar en depósito el equipaje hasta que llega la hora de emprender el viaje de regreso. Pueden así aprovechar al máximo el último día de estancia sin tener que cargar con el equipaje. Ello no suprime, sin embargo, la molestia de tener que regresar al hotel, muchas veces alejado de donde estamos.  Este fue el problema y el nicho de mercado que detectaron Florent Bannwarth y Leire Ortuño, fundadores de Keepiz, un marketplace que intenta crear una red de consignas colaborativas que permita a los turistas despreocuparse del equipaje y depositarlo en establecimientos como cafeterías, comercios, tiendas de souvenirs o de cualquier otro tipo siempre que dispongan, como condición mínima, de un almacén cerrado al público. El propietario del negocio será, no obstante, quien tenga la última palabra pudiendo exigir a los turistas la apertura del equipaje para comprobar lo que hay en su interior.

El servicio, que lleva apenas dos semanas funcionando en Madrid, cuesta 4€ por bulto custodiado por un tiempo de 4 horas. A partir de ese momento, el precio se incrementa 1 euro cada hora que transcurre. A este le llaman en Keepiz consigna de barrio. Lo distinguen así del servicio que denominan de movilidad, consistente en que un chófer contratado por ellos sea quien se encargue de recoger el equipaje y trasladarlo directamente a la consigna del aeropuerto o de la estación de tren o autobuses. El coste, en el segundo supuesto, es de 15€ por un bulto y 5€ adicionales por cada bulto que añadan, independientemente del tamaño o el tipo de objeto, como podría ser una bicicleta o unos esquís.

Los keepers

En este modelo de economía colaborativa, es el usuario quien paga íntegramente el servicio y lo hace a través de la plataforma que, además de entregar la comisión pactada al establecimiento, le incrementa el número de potenciales clientes y le permiten ganar visibilidad a través de su página web y las aplicaciones que están a punto de lanzar. Con este argumento han conseguido ya acuerdos con 19 establecimientos en el centro de Madrid, que ellos llaman keepers, y que además de expandirse en la ciudad de arranque, esperan haber implantado en Barcelona antes del próximo verano. En sus planes para 2017 está, también, instaurar el servicio de consigna de barrio en 30 ciudades españolas y cerrar el ejercicio con una facturación de medio millón de euros, “claro, que todos sabemos lo que pasa luego con el plan de negocio”, bromea Florent Bannwarth, francés de nacimiento.

Las altas expectativas las basan, no sólo en el peso del sector turístico en nuestro país, sino también en cálculos obtenidos de sus propios estudios. Según éstos “se prevé que la contratación de servicios de consigna durante las fiestas navideñas aumente un 20% con respecto al año pasado en estas mismas fechas. Además, se espera que en 2017, la mayoría de los aeropuertos aumenten su inversión en las nuevas tecnologías que ayudan a mejorar este tipo de servicios para los pasajeros".



vía Una red de consignas de barrio para desentenderse del equipaje