Mauro Libi Crestani tuiteó: ¿Se puede revertir la globalización?

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Lo ha dicho a golpe de tuit y sin haber tomado posesión de su cargo, pero parece que el miedo ha surtido efecto. Donald Trump ha amenazado a las firmas de automoción con aplicar un arancel del 35% a los coches fabricados en México. Una amenaza que se han tomado más que en serio. De momento, ninguno tiene intención de abandonar su producción en México: sería tirar por tierra los 20.000 millones de euros invertidos en los últimos diez años, además de salir de un mercado en el que consiguen costes un 40% por debajo de lo que supone fabricar en Estados Unidos.

Pero todos se han apresurado a mover ficha para calmar a Trump. Ford ha cancelado una inversión de 1.600 millones de dólares que tenía prevista en su planta de San Luis de Potosí. Toyota promete invertir 10.000 millones de dólares en EE UU en los próximos cinco años y FCA (Fiat Chrysler) se compromete a crear 2.000 puestos de trabajo e invertir 1.000 millones en Michigan y Ohio para la fabricación de dos nuevos modelos. Además, trasladará la fabricación de un modelo de la marca RAM, que ahora se hace en México, a territorio estadounidense.

¿Una vuelta al proteccionismo?

Lo que propone Trump parece algo inviable, en todo caso. Muchos de los vehículos que se ensamblan en México llevan componentes fabricados en Estados Unidos y viceversa. Poner barreras a este intercambio complicaría muchísimo el funcionamiento mismo de esta industria. Hay, además, una serie de compromisos comerciales adoptados por EEUU que chocan frontalmente con las intenciones de Trump: Estados Unidos, junto con México y Canadá forman el área del Tratado de Libre Comercio (NAFTA). Por no hablar de que su propuesta choca con la base de la globalización misma, con la que las empresas americanas se han beneficiado tanto.

Una medida que puede afectar a España

España es el octavo productor mundial de esta industria. Aquí se fabricaron en 2015 hasta 2,7 millones de vehículos y en torno a las grandes marcas se ha desarrollado una potente industria auxiliar del automóvil con carnet español. Una industria clave para el sector, si tenemos en cuenta que el 70% del valor de un coche proviene de los componentes. También, buena parte de su negocio depende de la exportación y lo que suceda en los tres países que conforman el NAFTA afectará a su negocio. 


En total, en España hay 1.000 empresas en este mercado de componentes y de los 32.000 millones de euros que facturaron en 2015, un 75% procede de exportaciones. Los fabricantes españoles de componentes auxiliares del automóvil tienen unas 40 plantas y centros de I+D+i en Estados Unidos y México. La exportación de producción española de componentes a Estados Unidos supone el 4% de todo lo que vende el sector fuera del país. En definitiva, el cambio de reglas pone en juego 1.280 millones de euros para el sector español. Normal, que desde la patronal, Sernauto, muestren ya su preocupación por lo que pueda pasar, aunque pocos pueden pensar en serio que nadie pueda revertir la globalización.



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