Mauro Libi Crestani tuiteó: Cómo montar un negocio dirigido al mercado de singles

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Las familias, parejas o grupos de amigos son la clientela habitual a la que se dirigen infinidad de negocios. Pero de un tiempo a esta parte los solteros, divorciados, solitarios e independientes están cogiendo fuerza y muchos emprendedores han decidido estructurar sus empresas ofreciendo productos y servicios sólo para clientes individuales.

Se trata de un perfil consumidor en auge. El número de hogares en los que vive una sola persona no para de crecer: si en 1991 no llegaban a los 1.600.000 el último informe del INE ya lo elevaba hasta los 4.584.200, es decir, uno de cada cuatro, y para 2031 se prevé que se incremente un 28,6% más. Aunque hay un alto porcentaje (40,6%) que son mayores de 65 años y, mayoritariamente, viudos, el alargamiento de la esperanza de vida está ralentizando esta tendencia. Entonces, ¿a qué se debe el crecimiento constante de los hogares unipersonales en los últimos años?

La mentalidad de la sociedad ha cambiado. Antiguamente, las personas que vivían de manera independiente eran mal vistas, se las consideraba solitarias y extrañas. Pero la globalización devenida de la implantación de las nuevas tecnologías, la prevalencia de la libertad individual sobre la colectividad y el mayor tiempo que se emplea en formarse y estabilizarse laboralmente están retrasando las decisiones de tipo familiar, todo lo cual está permitiendo que el prejuicio sobre las personas que viven solas desaparezca. “Este tabú cada vez existe menos: hay más personas que deciden vivir solas, sin comprometerse en pareja y el número de separaciones es muy superior al de hace algunos años”, destaca Enrique López,fundador de la agencia de ocio Enoturismo.

De hecho, muchas veces esa soltería es considerada como un logro social, un rasgo de distinción y de éxito, ya que no se necesita a nadie más para hacer las cosas y todo lo logrado es fruto de uno mismo. En el caso de personas separaradas o divorciardas, supone volver a recuperar el control de sus vidas, lo que les lleva a querer ser más activos también en el ámbito del consumo. “El saber que se es libre para hacer lo que se desea sin tener que contar con nadie nos da una sensación de libertad verdadera”, sugiere Santiago Rey, director y fundador de la agencia de viaje Yporquenosolo.

Sologamia, un estilo de vida

Lo mismo ocurre cuando alguien quiere hacer solo actividades destinadas a grupos o parejas. Viajar, comer en un restaurante o ir al cine se hacen en solitario cada vez en mayor proporción. Muchas veces porque no se cuenta con quien disfrutarlas. Otras porque los amigos y novios no comparten nuestra afición: “Conforme cambia la vida (tus amistades se van casando, te mudas, el trabajo te requiere ciertos horarios), a veces no tienes con quien hacer ciertas cosas”, señala Andrés Lozano, CEO de la aplicación para deportistas Timpik. “Por eso surge la necesidad de que alguien junte a gente”, detalla sobre su negocio.

También hay ocasiones en las que se desean hacer ciertas actividades sin compañía, disfrutando de uno mismo. Es lo que se conoce como sologamia, un estilo de vida que defiende el vivir solo por deseo propio, no porque no se encuentre a la persona ideal. “Cada vez el hacer cosas solo está más comprendido por todos e incluso muchas veces no queda más remedio si se quiere hacer algo; únicamente se puede realizar si lo hace uno solo”, puntualiza Santiago Rey. De ahí que a lo largo del mundo se hayan generado multitud de negocios reivindicando la soledad. En Ámsterdan surgió hace un par de años una iniciativa experimental que nunca antes se había desarrollado: un restaurante en el que únicamente se aceptaban reservas para un solo comensal. Su éxito fue tal que la experiencia traspasó fronteras y ya hay una sucursal en Londres y sus fundadores esperan en un futuro abrir nuevas en París o Nueva York.

Las bodas consigo mismo son otro de los negocios en boga en el extranjero. Japón, Estados Unidos o Canadá ya cuentan con empresas que preparan este evento para personas únicas, que desean celebrar con sus allegados su deseo de estar solos. Aunque legalmente no tiene validez, se trata de actos simbólicos que reivindican la soltería como opción sentimental.

El auge de lo single


Aunque este tipo de empresas aún no han recalado en España, el modelo single sí lo ha hecho y de manera intensa. En nuestro país abundan plataformas online, clubes de ocio y webs cuyo público objetivo son los solteros. No se trata de las únicas compañías que están aprovechando el tirón: inmobiliarias, agencias de viaje, hoteles, tiendas de muebles... Incluso el mundo de la alimentación se está renovando y empiezan a producir de manera generalizada embalajes unitarios o formatos de 187 cl y 375 cl en botellas de vino. Además, por su propio estilo de vida, están buscando de manera constante novedades y productos fácilmente reemplazables, que les permita cambiar de estilo de manera habitual.

Pero no es el único motivo del tirón de este sector de la población: “Este segmento tiene necesidad de socializar y de encontrar a otras personas afines y además focalizan parte importante de sus ingresos y ahorros en el ocio”, recalca Rafa Serra, CEO y cofundador del club de actividades para solteros Gruppit. Son los auténticos dinamizadores de la vida social de pueblos y ciudades, ya que son más activos que las familias o quienes viven en pareja: salen más a cenar, van más a los gimnasios, asisten más a menudo a conciertos y teatros, se apuntan a más actividades e incluso realizan más acciones de voluntariado.

Piedras en el camino

Junto con las ventajas empresariales que implican los consumidores únicos, también llevan aparejados algunos obstáculos devenidos de su propia soledad. Especialmente en materia económica. Y es que la producción en masa siempre resulta más rentable; de ahí que las grandes ofertas del consumo vayan dirigidas a las familias; por ejemplo, en materia alimenticia con ofertas 2x3 o grandes formatos a las que las personas solas no pueden acceder ya sea por espacio o por capacidad de consumo.

Lo mismo ocurre en otros ámbitos, como el turístico: “A veces puede ser caro. Es difícil, por ejemplo, encontrar un buen hotel con buenos precios de habitación de uso individual, pues no es lo mismo compartir habitación, que se paga entre dos, que pagar solo. Y los hoteles tienen precios muy similares independientemente de que la habitación la use una o dos personas”, aclara Enrique López,de Enotumismo.

La crisis, evidentemente, también ha supuesto todo un reto para los negocios dedicados a negocios individuales. Aunque su impacto ha sido relativo. Y es que si bien es cierto que el dinero para consumir ha escaseado y muchas actividades de ocio se han visto resentidas, el número de solteros y personas que viven solas ha seguido aumentando. Y es que, aunque muchos jóvenes han retrasado su emancipación de la casa familiar, también ha supuesto el retraso en las ideas de tener una familia propia, por lo que muchos han dedicado el dinero que obtenían exclusivamente a mantenerse a sí mismos, sin plantearse más vínculos.

Santiago Rey, de Yporquenosolo, está convencido de la viabilidad de estos negocios: “Sinceramente pienso que estos servicios y productos para singles crecerán más por una sencilla razón: cada vez hay más individuales”.



vía Cómo montar un negocio dirigido al mercado de singles