Mauro Libi Crestani tuiteó: Sacar el máximo partido a las relaciones comerciales entre España y China

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Suelta perlas del tipo de “caigo bien y la gente me acepta” o “por mi físico, las marcas quieren que haga de imagen suya”, pero, tras unos minutos de conversación, resulta difícil distinguir si se trata de vanidad máxima o de torrente de energía mal expresado en un castellano un poco chapucero. Sea como sea, el hecho es que Veline Ong se ha hecho famosa por su físico y por no tener pelos en la lengua. Y, si nos atenemos a los números que ella facilita, las cuentas le salen muy, pero que muy bien.

Ong llegó a España hace 13 años con apenas 23, tras un periplo que le había llevado, primero, desde su China natal a Singapur a estudiar inglés y secundaria y, después, a Nueva York con una beca para estudiar Business Marketing. En nuestro país aterrizó porque “en Estados Unidos todo el mundo habla español y yo quería aprenderlo”, pero le gustó “el clima, la gente, la cultura...”, y se quedó. Tanto le gustó que acabó casándose con un español, del que ahora está divorciada, pero con el que tuvo una hija que tiene seis años.

Diversificación y versatilidad

El entramado que dirige desde Alicante, Veline Group, se creó en 2014 y es el heredero de una empresa anterior que tenía en sociedad con otra persona, una compañía especializada en import/export de productos alimentarios con China: “Yo tengo familia en la aduana en Shanghái y pronto nos dimos cuenta de la necesidad tan grande que había de crear un enlace entre China y España, para llevar las empresas españolas allí y traer la materia prima de China aquí”.

Hace dos años, justo cuando se quedó ella sola al mando de la compañía, el grupo amplió la actividad de import/export: “De allí se puede importar prácticamente de todo, desde alimentación, materia prima o cosmética hasta productos farmacéuticos, productos electrónicos, placas solares, leds... de todo. China cada vez se abre más y aceptan más productos de fuera. Además, cada vez salen más estudiantes chinos del país a trabajar y a estudiar, lo que les permite entrar en contacto con otras culturas y otras realidades que luego se extienden por el país”.

La siguiente apuesta fue la inversión inmobiliaria. “Ahora, los chinos tienen mucho dinero, aspiran a un nivel de vida de más alta calidad y buscan casas fuera de China. Les gusta venir aquí por el clima, la cultura y la comida”, explica Veline.

Además de las inmobiliarias, también canaliza las inversiones que van hacia finanzas y negocios del tipo bodegas, almazaras...

Su afán de diversificación no se queda ahí. Al import/export y las inversiones, se unen sus incursiones en el turismo de lujo y sanitario y la hostelería y, sobre todo, las iniciativas relacionadas con su imagen: “Soy consciente de que mi físico me ayuda. Como tengo buena imagen, muchas empresas españolas quieren utilizarla para entrar en China. Es especialmente relevante en el área de la cosmética de alta gama, los productos personales o de higiene. Ahora mismo soy imagen de varias marcas españolas de alta cosmética farmacéutica y las estamos introduciendo en China”.

La última línea de actuación en la que se han especializado –por ahora, porque, como ella misma reconoce, “cuando veo una oportunidad de negocio voy a por ella de cabeza”– es la de consulting sobre cualquier actividad que esté relacionado con el mercado chino: “Estamos para ayudar a terceras empresas y ofrecemos un servicio completo. Gestionamos, preparamos, maquillamos y colocamos sus productos en China a través de nuestra red de distribución”. En definitiva, resume la propia Veline, “abarco todo, desde el consulting,import/export, registro aduanero, gestiones –desde temas legales a burocráticos–, comunicación, imagen, adaptación... Todo para que el producto que salga de fábrica llegue a cualquier rincón de China. Soy el punto de unión entre la fábrica española y el comprador chino”.

Las recetas de su éxito

Pese a su juventud, ha conseguido dar con la gallina de los huevos de oro del import/export con China. Sus claves tienen muy poco de esotéricas y muy mucho de esfuerzo y constancia, algo que, como ella misma reconoce, está en sus genes y en su nacionalidad:

- Descanso mínimo. “Duermo entre tres y cuatro horas al día porque tengo que adaptarme a los horarios de mis clientes, tanto a los de aquí como a los de allí. Los chinos somos muy persistentes, muy hormiguitas y a base de trabajo, trabajo y trabajo acabamos sacando lo que nos proponemos”, afirma Ong.

- Gente de palabra. “Los chinos somos muy rápidos y honestos, nos tomamos los negocios muy en serio. La cultura y la costumbre chinas son muy diferentes a las españolas, nosotros somos muy disciplinados, nos gusta trabajar y progresar todo el rato”, comenta.

- Con altas dosis de pasión. “Amo mi trabajo. Si puedo hacer algo, lo hago, siempre estoy dándole vueltas a qué más puedo idear, en qué más me puedo involucrar. Me anticipo a las necesidades de los clientes. Antes de que me lo pidan, ya tengo preparado el siguiente paso. Y cualquier cosa que me pidan, lo hago, nunca pongo problemas. La gente con éxito se cae, pero nunca se rinde”, sentencia.

- Enfoque al negocio. Además, “tengo un enfoque muy claro hacia el negocio: si veo algo lo intento, no me espero tres años. Prefiero la prueba error, que eternizarme con análisis”.

- Y carisma. “Soy muy positiva y muy fuerte mental y físicamente. Tengo carisma, muchas dotes de relaciones públicas y la gente me acepta, me valora y me abre las puertas”. 

"
4 consejos fundamentales para trabajar en China

Busca un socio local. “Entrar en solitario es imposible. China cuenta con más de 34 provincias y cada una de ellas es un mundo y una historia completamente diferentes de las de al lado. Es necesario, antes de entrar, hacer un buen estudio de mercado para conocer las costumbres y necesidades de aquella provincia a la que te quieras dirigir y eso hay que hacerlo in situ”, recomienda Ong.

Ármate de paciencia. “Los chinos son trabajadores y buenos pagadores, pero todo se lo toman con mucha calma y necesitan que cualquier gestión se haga muy poco a poco”, advierte.

Y gánate su confianza. “Para llegar a acuerdos con los chinos es imprescindible hacerte amigo de la persona con la que estás negociando, es la única manera de que confíe en ti y quiera hacer negocios contigo”.

Posiciónate en la gama media/ medio-alta. Para Veline Ong, “tienes que hacer una buena estructura de marketing y tratar de posicionarte en el nivel medio o medio alto de la gama, tanto en precio como en calidad”. El objetivo, atraer a ese público que cada vez tiene más dinero y cada vez es más hedonista. 

"


vía Sacar el máximo partido a las relaciones comerciales entre España y China