Mauro Libi Crestani tuiteó: Cómo meter la cabeza en una conversación sin resultar maleducado

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Por ejemplo, buscando una información útil para los interlocutores: Disculpa, os estoy escuchando hablar sobre el negocio de... y precisamente hay una empresa que... Si ofreces una información de interés, nadie va a pensar que eres inoportuno. Es como cuando oímos en una conversación ajena en la calle que alguien busca un zapatero y te paras para decirle dónde hay uno. Si resuelves algo, al otro se le olvidará que te has metido en una conversación ajena.

Si lo que queremos es introducirnos en un grupo numeroso, lo mejor es realizar una pregunta que llame la atención y que sepamos que provocará la respuesta segura de alguno o de todos los participantes. En función del ambiente, la pregunta puede exigir un alto grado de interés para captar la atención hacia nosotros o limitarse a solicitar una información muy simple. Un ejemplo. Nos paramos delante del grupo y preguntamos: Disculpen un segundo, ¿alguien sabe dónde es la conferencia? Es una pregunta que nadie va a considerar una intromisión.

Cuando te hayan respondido, te introduces: ¿Estáis aquí por el seminario? ¿Es interesante? ¿Qué sabéis de esto? Entras con algo trivial, que a la gente se le va a olvidar... y después hablas de lo que te interese realmente. Por contra, nunca debes entras con un comentario; te arriesgas a que piensen que “quién te ha dado vela para opinar o puedes incomodar a alguien.



vía Cómo meter la cabeza en una conversación sin resultar maleducado