Mauro Libi Crestani tuiteó: Limpieza a demanda profesional y legal

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Paco Martín, antes director de RRHH de FCC, Alberto Puente, consultor en INDRA, y Rosa Martínez Cal, jefe de estudios en ICADE, decidieron sumar su experiencia y aplicarla a un modelo de negocio propio “que tuviera esos tres pilares como puntos diferenciales”. Así es como fundan, en 2014, Velvethut, una plataforma tecnológica “que permite a sus clientes contratar servicios de limpieza por internet de forma sencilla, a demanda y totalmente flexible”.

La idea original era replicar Homejoy, pionera estadounidense en los servicios de limpieza on demand cuyo crecimiento llegó a compararse con el de Uber o Airnbnb, de la que Paco Martín había tenido referencias. Para analizar el mercado nacional, realizaron previamente más de 500 encuestas a clientes objetivos y limpiadores. Aquí es donde toparon con la falta de profesionales dados de alta en el Régimen de Autónomos en la Seguridad Social. Esta sería también una de las principales causas de cierre, en 2015, de Homejoy, un riesgo que el equipo de Velvethut prefirió evitar girando a un modelo de subcontratación de empresas de limpieza que proporcionen los servicios que ellos venden.

Se dio la circunstancia de la incorporación al equipo como CTO de Raúl Martín, cuya familia “curiosamente, tenía una empresa de limpieza en Barcelona con más de 40 empleados”. Este fue su primer acuerdo de colaboración que luego fueron extendiendo por el resto de España con otras empresas medianas de servicio de limpieza. “A medida que les aportamos mayor facturación, conseguimos la reducción de los precios de los proveedores, lo que nos permite ampliar el margen que recibimos”, es el argumento que utilizan.

Un servicio nuevo con empresas tradicionales

A día de hoy, subrayan como principal valor diferencial de la competencia el hecho de proporcionar “servicios de limpieza a través de empresas tradicionales de limpieza”. Con ello consiguen: “acercar un servicio profesional y de total confianza -que antes sólo se aplicaba a los negocios- al cliente doméstico; garantizar la legalidad de los profesionales; facilitar el acceso de las empresas de limpieza tradicionales a la digitalización; poner en su cartera un tipo de cliente diferente al que están acostumbrados y conseguir que empresas de limpieza locales puedan crecer utilizando un nuevo canal”.

Como novedad reciente, destacan el lanzamiento del concepto de “tarifa plana” en el sector de la limpieza que permite a los clientes contratar el servicio por un coste fijo al mes. “De esta forma, el cliente no tiene que preocuparse por la limpieza ni por gastos imprevistos”. Los servicios los proporcionan tanto a clientes particulares como a profesionales donde cuentan con aseguradoras, compañías de asistencia del hogar o empresas de gestión de apartamentos turísticos. “Centrarnos en aspectos como la calidad y la legalidad nos da la ventaja de poder establecer acuerdos institucionales”, dicen.

No obstante, alejados ya del concepto de la economía colaborativa como tal, se suman a los planteamientos de compañías como la de Uber o Cabify en la lucha para que “el mercado negro quede regulado y que las personas que estén dispuestas a trabajar puedan estar cubiertas por seguros sociales adaptados a las nuevas tecnologías, mucho más flexibles y dinámicas”.

Como empresa, Velvethut opera ya en las principales ciudades españolas y estudian dar el salto a la internacionalización empezando por Portugal. La inversión requerida hasta el momento ha superado los 300.000€, procedentes mayoritariamente de fondos propios y un Enisa y, aunque no hablan de resultados económicos de los años anteriores, si anuncian una intención de cierre para el año en curso con una facturación de un millón de euros.



vía Limpieza a demanda profesional y legal