Mauro Libi Crestani tuiteó: Se veía a los 40 con un BMW descapotable y no le gustaba

El economista Mauro Libi Crestani acaba de leer:

Nada que ver con esa inmensa mayoría de universitarios españoles que, según el último informe de Universum, sueñan con trabajar algún día en Google o Apple. Ángel Alegre García empezó a trabajar para Microsoft, en EE.UU, a los 22 años, nada más terminar la carrera de Ingeniería Informática en Extremadura. La oferta le llegó en el último año de Universidad y decidió probar suerte. Allí estuvo trabajando durante 4 años como uno de los responsables de la instalación de Windows.

“El trabajo como tal nunca llegó a quemarme.-cuenta- Me pagaban bien, tenía un horario flexible, nunca tuve que hacer horas extras y me sentía querido y valorado en mi equipo. Ellos también estaban contentos conmigo, y de hecho me ascendieron justo antes de irme. La razón por la que me marché fue personal: no me gustaba el futuro que me esperaba si seguía en Microsoft”.

El mismo Ángel Alegre describe cuál era ese futuro que vislumbraba: “Cuando me imaginaba cómo sería mi vida si todo hubiese seguido igual, me veía a los 40 años con una casa de tres dormitorios, un BMW descapotable y un labrador llamado Bing, pero sintiéndome profundamente infeliz porque había pasado los mejores años de mi vida trabajando en una oficina a cambio de un sueldo a fin de mes y 3 semanas de vacaciones. Y yo no quería eso”.

"Vivo lo que predico"

Lo que él quería era libertad. “Recorrer países remotos, vivir grandes aventuras y crear algo propio desde cero”.  Claro que, para garantizarse esa libertad, es preciso, primero, liberarse de las preocupaciones económicas. La solución la halló Ángel Alegre en la creación su blog, Vivir al máximo, un proyecto que nace “para recordarle al mundo que la vida es una gran aventura llena de posibilidades”. Se gana la vida por Internet, vendiendo formación y consejos que cada mes leen más de 200.000 personas. Lejos del adagio que dice que enseña aquel que no es capaz de hacer lo que está enseñando, la credibilidad se la gana porque “vivo lo que predico”.  Otro de sus proyectos es sobre nutrición, Ayuno intermitente, un mundo que le empezó a interesar “después de engordar y tener un pequeño incidente en EE.UU a raíz de comer demasiada basura”.

De hecho, la comida, junto con la falta de profundidad en las relaciones personales, son las cosas que peor recuerda del país norteamericano. Como aspectos positivos resalta la “mentalidad emprendedora de la gente” y el sistema de meritocracia que premia a quien hace las cosas bien.

Tampoco está seguro Ángel Alegre de si hubiese montado o no su propio negocio sin haber pasado previamente por Microsoft. “Fue precisamente el verme a los 24 años con la vida resuelta lo que me hizo plantearme si eso era todo y si en eso consistía la vida”. Esa insatisfacción le llevó a buscar respuestas y le hizo descubrir el mundo de los negocios online, un entorno en el que dice sentirse un hombre libre porque todo lo que hace, “desde que me levanto hasta que me acuesto, lo hago porque yo lo he decidido”.

Una situación que, a día de hoy, no cambiaría por nada. “Únicamente estaría dispuesto a trabajar para otra persona si fuese uno de mis ídolos – Ramit Sethi, Russell Brunson o Seth Godin- y si fuese algo temporal, por la experiencia, el aprendizaje y las relaciones. En ese caso, el sueldo sería lo de menos, porque lo que buscaría sería crecer al máximo como profesional para luego continuar trabajando en mi negocio”. 



vía Se veía a los 40 con un BMW descapotable y no le gustaba