Nacieron en plena crisis del sector inmobiliario aprovechando los conocimientos que Xavi Aránaga, como arquitecto, y Jordi Anguera, personal and business coach, habían adquirido previamente en la empresa donde trabajaban juntos. Tal vez no fuera el mejor momento para lanzar un negocio inmobiliario, pero sabían de sus flaquezas y esas fueron las que utilizaron para convertirlas en sus puntos fuertes: agilidad de respuesta, buena praxis y atención exclusiva y personalizada. Un servicio que sólo pueden garantizar manteniendo una cartera no superior a los 10-15 clientes, el 95% de los cuales les llega a través de las referencias de otros clientes previos.
Empezaron orientados al alquiler, pero la evolución natural del mercado les ha llevado a hacerse fuertes en la venta de viviendas, especializándose, dentro del sector residencial, “en el servicio al propietario defendiendo 100% sus intereses”. Para conocer esos intereses se valen de técnicas de Programación Neurolingüística (PNL) y programas de training de Dale Carnegie, especialidades en las que se han formado para aplicar a las entrevistas que hacen a sus clientes, compradores y vendedores. De aquí que se hayan bautizado como sastrería inmobiliaria e insistan en decir: “no vendemos pisos, trabajamos con personas".
Para mantener el nivel de exclusividad, trabajan con una cartera muy reducida de clientes de manera que pueden dar un servicio de calidad y personalizado. Obtienen así un alto grado de fidelización. “Nos interesa mucho más la calidad que la cantidad. Creemos que con una cartera limitada podemos dar un servicio de calidad óptimo al cliente. Así, si nuestra cartera está llena tenemos muy claro que no aceptaremos ni uno más o iremos aumentando nuestro personal”, dicen los responsables de Domus Barcino. No obstante, pese a su número reducido, dicen tener una rotación muy alta declientes debido, en parte, a la velocidad de venta, que apuntan en torno a los 60 días cerrando la operación con éxito "en el 100%" de los casos.
Otro de sus aspectos importantes dicen que es la presentación de los inmuebles. “Todos ellos tienen un trabajo previo de Home Staging, una técnica proveniente de EEUU, donde mediante trabajos de interiorismo y decoración preparamos las viviendas para atraer al máximo de personas posible. Tras este trabajo realizamos un reportaje fotográfico profesional con todo tipo de técnicas, realidad virtual, drone, visitas virtuales en 360º, fotografía emocional con figurantes...”
Financiados siempre con recursos propios, las únicas ayudas de las que han podido beneficiarse son las procedentes de la contratación de menores de 30 años. No les ha hecho falta mucho más para abrirse hueco en un mercado con síntomas, ya, de desahogo y que a ellos les ha permitido crecer de forma lenta pero sostenible. 350.000€ es la cantidad prevista en la facturación al cierre del actual ejercicio, casi 6 veces más de lo que facturaban al arrancar su actividad, en 2011. Asimismo, la empresa, radicada en Barcelona, cuenta ya con compradores internacionales, especialmente en China, Reino Unido y EE.UU, aunque el principal comprador sigue siendo nacional.
vía Una sastrería inmobiliaria que vende la casa en 60 días