Mauro Libi Crestani: Enfréntate a los agoreros que quieren destruir tus sueños de emprendedor

Todo emprendedor ha escuchado más de una vez alguna de estas frases. Son asesinos de sueños, de ilusiones, de ideas, de proyectos e incluso de autoestima. Escuchar a los abogados del diablo no siempre es malo, incluso se podría decir que es más útil de lo que muchos emprendedores creen. Ahora bien, es necesario distinguir entre la crítica constructiva y la negatividad sin más. Y la mejor herramienta para hacerlo es comprobar el bagaje del interlocutor. Como resume Edgar Barroso, managing director de Avertica, “si el agorero es experto, hay que escucharle y estudiar sus comentarios; al cantamañanas o charlatán se le asiente, sonríe y se olvida uno del comentario. Existe la regla de las 10.000 horas de Malcom Gladwell y las 3.000 ideas=1 éxito comercial de Greg Stevens y James Burley.

Si la persona que tiene la idea o hace el comentario tiene esa experiencia a sus espaldas la validez de su opinión es muy elevada, si no es el caso, ignórale”. Detrás de las frases tóxicas que recopilamos en este artículo está muchas veces el afán de protección (cuando se trata de familia, amigos y/o pareja), pero también la envidia y el complejo deperro del hortelano:ni emprende ni deja emprender. Es tu labor saber distinguir y reconocer la intención y la validez de las críticas. Recopilamos las más habituales y cómo se han enfrentado a ellas otros emprendedores.

1. “Eso aquí no va a funcionar”

“Cuando empecé con el primer Telepizza de costa en España en 1992, había razones para pensar que elfast- foodno iba a despegar en las playas, que no había mercado. Pero llegamos a abrir 25 franquicias. El negocio de Cash-Converters presentaba la misma duda: ¿quién iba a querer productos de segunda mano en España, con el sentido del ridículo tan grande que tenemos? Al final la expansión fue muy buena. Con The Clean House ocurrió algo similar, “¿quién va a querer un servicio doméstico profesionalizado con lo barato que sale el personal sin contrato?” Pues funcionó hasta la llegada de la crisis”, explica Edgar Barroso. Luca Carlucci, cofundador y CEO de Bidaway, recuerda también el empeño de muchos charlatanes por recordarle que en España su modelo no iba a funcionar: “frases del tipo de ‘el público español no es como el americano’ ‘Los famosos de aquí tienen poco tiempo y no les interesan las causas solidarias’... No ha sido así, de hecho, lascelebritiescon las que trabajamos están muy comprometidas”.

NUESTRO CONSEJO: Lo diferente siempre encuentra muchas reticencias. Es importante, como señala Carlucci, “escuchar esas opiniones, pero seguir tu camino, apoyándote en el equipo y en los inversores que confían en mí y en el proyecto. Y no nos va nada mal”

2. “Pero, ¿esa empresa es rentable?”

María Cortés, fundadora y CEO de Enclavechina, distingue dos tipos de torpedos: “el falso torpedo. Mi padre. Durante los primeros años de Enclavechina, su frase lapidaria era “¿pero tu empresa es rentable”. Para mí, que estaba empezando, esa frase era como un mazo dándome en la cabeza cuando conseguía asomarla un poco. Y por otro está el torpedo interno, el que afecta
a los socios. Apareció a partir de los dos años y medio, cuando la línea de crecimiento que pensabas que iría progresivamente hacia arriba, sigue pareciendo una montaña rusa. Y ahí puede producirse que tú o tu socio caigáis en el desánimo, en el low battery.” Víctor Rodado, cofundador de Upplication.com, habla de “frases demoledoras, ‘esto es muy complicado’, que, en realidad, refleja que no confían en ti, o “esto no tiene sentido” o ‘la aplicación no sirve para nada’...”

NUESTRO CONSEJO: Hay que ser perseverantes y entender que la rentabilidad es un proceso lento y continuo que a menudo se retrasa más de lo esperado. La mejor manera de frenar ese mensaje de desaliento es hablar abiertamente sobre la cuestión, “le expresé a mi padre la frustración que me producía con esa frase y lo entendió” y “contrastar con el equipo tus dudas”, insiste Rodado.

3. “Búscate un sueldo fijo”

Ése es el mensaje más repetido de uno de los dreamkillers con mejor voluntad de los aquí descritos, los padres. En su afán por promover la seguridad
de sus hijos no se dan cuenta de que pueden minar sus sueños. Así lo recuerda Enric Fuentes, fundador de FCA Consulting y BG Technology: “Mis padres siempre me decían ‘mejor un trabajo seguro como empleado’ La cultura de emprender no estaba en el ADN de mi familia, con lo cual mi decisión de crear dos empresas llegó bastante tarde a partir de los 40 años”. Una experiencia similar es la que vivieron las gemelas Eva y María Martín, fundadoras de Tiendeo: “cuando le dijimos a mi madre que dejábamos el trabajo, que íbamos en serio, nos insistió en que no lo hiciéramos”, relata Eva, CEO de la compañía.

NUESTRO CONSEJO: “Sé claro en la comunicación de tus planes”, insiste Fuentes. Como recuerda Eva, “le explicamos muy bien el plan de negocio como si fuera un inversor para que no estuviera tan preocupada. Hasta que no conseguimos el primer cliente no se quedó tranquila.”

4. “Te la vas a pegar”

Antonio Cidoncha, fundador y director general de Cidoncha Producciones, recuerda: “la familia son los primeros que con 20 años te dicen ‘te vas a estrellar’. Pero es importante que nadie quite la ilusión del emprendedor”. Cierto. A menudo es el entorno más cercano el que se siente en la obligación de hacer de contrapunto racional para templar un poco el excesivo entusiasmo del emprendedor que, mal encauzado, puede transformarse en irresponsabilidad. “Mis padres han sido mi mayor apoyo, tanto emocional, como físico y económico, pero al mismo tiempo, han tenido una visión más conservadora y siempre me preguntaban si estaba seguro de lo que estaba haciendo, que “tenía muchos pájaros en la cabeza” y que tuviera cuidado”, recuerda Carlos Iriarte, fundador y CEO de CiSport y SportUp,

NUESTRO CONSEJO: Trabaja duro. La única forma de convencer a los demás de que no te la vas a pegar es luchando para que no se cumplan los peores vaticinios. O en palabras de Irirate: “a pesar de las dificultades y factores externos que puedan desestabilizar y quitarte energía, lo más importante es creer en uno mismo y en las tres claves del éxito: trabajo, constancia e ilusión.”

5. “Vente conmigo”

Cuidado con estos agoreros disfrazados de cantos de sirena que te proponen aliarte con ellos. Son mucho más frecuentes de lo que pensamos y en
su caso subyace un claro objetivo de eliminar competencia. Antonio Cidoncha lo vivió en primera persona: “Un comercializador de productos congelados me lo planteó, ‘vente conmigo y así te quitas de problemas’. Lo que buscan con ello es quitarte de en medio” A Susana Gallardo, fundadora de Municipia, también le ocurrió algo similar: “Nuestra actividad de asesoramiento jurídico está especializada en la Administración Local. En cierta ocasión, al contactar con un alcalde para ofrecerle nuestros servicios me dijo ‘¿cómo se os ha ocurrido montar una asesoría dirigida a ayuntamientos cuando las diputaciones prestan este servicio gratis. No tenéis ningún futuro’. Lo peor vino cuando me enteré de que este alcalde e dedicaba a estas mismas labores y, por supuesto, de manera clandestina”.

NUESTRO CONSEJO: Lo ideal es marcarse objetivos y cubrirte las espaldas. Un riguroso análisis del sector es la mejor manera de no caer en las “trampas” de tus rivales.

6. “Dedícate a hacer apps”

Ése es el consejo que les dio el ala más ortodoxa del sector del vino a los chicos de Gik Blue, los creadores del primer vino azul, indignados por lo que consideraban una blasfemia. Este tipo de mensajes de céntrate en lo tuyo, dedícate a lo tuyo es otro de los mensajes agoreros más habituales. “En mi caso particular, tomé la decisión de iniciar un proyecto social tecnológico después de casi 20 años de experiencia en grandes corporaciones. Fue un cambio de vértigo... Algunas personas se mostraron escépticas y cuestionaron mis conocimientos, así como mi capacidad para reinventarme. Estas personas pueden llegar a minar tu autoestima y desanimarte a hacer cosas diferentes y salir de lo que se “espera” de ti”, explica Pilar Calderón, fundadora de Angeltic.com.

NUESTRO CONSEJO: En el caso de Calderón, “lo resolví apoyándome en la gente que creía en mí y reconociendo la realidad. Es cierto que carecía de experiencia, pero podía aprender, así que recibí formación a través de Lee Hecht Harrison.”

7. “No saldrá bien/es imposible”

Hay personas que siempre tienen el no por respuesta. Como explica Iker Marcaide, fundador de Zubilabs.com: “cuando el agorero es alguien del equipo puede ser agotador. Se convierte en 1+1 < 2, porque estás dedicando más tiempo a intermediar entre gente que a tirar para adelante”. Para Yaiza Canosa, CEO y fundadora de Lets Goi, el agorero “es un abanderado del ‘no’ y del ‘eso es imposible’ o ‘eso es muy difícil’. Es muy peligroso tener a esta gente cerca porque consumen mucha energía.”

NUESTRO CONSEJO: Aprende a relativizar esos mensajes negativos y, si es necesario, a cortar por lo sano, como hizo Marcaide, “yo ya no contrato gente con la que no me divierto trabajando. El desgaste es brutal”. Miguel Ángel Gil, fundador de Open Car, hoy Eazymoov.com, se muestra tajante “debemos quitarnos a esta gente tóxica de encima lo antes posible, aunque el coste sea grande, porque el mal rollo que impregnan supone un palo en las ruedas muy difícil de romper”.

8. “Setevaairdelasmanos...”

Uno de los momentos más críticos en la vida de cualquier emprendedor es cuando el proyecto empieza a crecer y a adquirir dimensiones insospechadas. Aquí puede entrar en juego la inseguridad y las dudas, lo que convierte al emprendedor en víctima propicia de los mensajes de los agoreros, como recuerda Alfredo Pérez, CEO y fundador de Ayuda-T Pymes, “La empresa que fundé junto a María hace unos 8 años, empezó a crecer de forma exponencial al poco tiempo de ponerse en marcha. Y de un momento a otro pasó de dos personas a superar
de largo la centena de empleados. No faltaron las voces que me avisaban de los peligros de que tantas personas dependieran del proyecto y de la amenaza de mantener cientos de puestos de trabajo”.

NUESTRO CONSEJO: Como defiende Pérez, la respuesta “pasa por ser consciente del camino recorrido, de cómo habéis sido capaces de llegar hasta donde estéis. La clave está en confiar en tu capacidad y elegir las influencias adecuadas”

9. “Eso es una locura”

“Prácticamente a diario nos encontramos concreaticidas, personas que solo hacen críticas destructivas y que echan por tierra todas tus ideas. Cuando con 19 años me puse a criar capones en una pequeña granja familiar podía contar con los dedos de una mano las personas que me apoyaban, pero no podría recordar la cantidad de gente que me dijo que me iba a arruinar y que estaba loco. No les escuché. Con mi amigo Francisco Iglesias, otro loco como yo, nos lanzamos. En 1994 para casi todo el mundo éramos unos descerebrados”, recuerda Alfonso Jiménez Rodríguez-Via, presidente y fundador de Cascajares. “Cascajares estuvo a punto de morir casi después de nacer, porque no teníamos suficiente demanda para toda la oferta de capones que ofrecíamos. Aún recuerdo a un familiar echándome en cara que iba a arruinar a toda la familia con mis pollos”.

NUESTRO CONSEJO: No te desanimes y apuesta por tu sueño. Así fue como Jiménez logró “girar la situación y vender los capones en lata. Cuando me propuse que nuestro capón fuese el plato principal de la boda del entonces Príncipe de Asturias, me dijeron que era una locura. Me costó 29 viajes a Madrid, pero lo conseguimos. Cuando sacamos nuestro primer capón relleno para particulares en Navidad, me volvieron a tildar de loco: ¿Qué español va a cenar un plato precocinado en Navidad? El año pasado vendimos 60.000”.

10. “Si ya está todo inventado...”

“Cuando quieres crear algo de la nada, siempre hay algún ‘simpático’ que te dice: Si está todo inventado. ¿Ah, sí? Pues, vamos a mejorar algo que ya exista”, recordaba recientemente en una entrevista Abel Jordan, al hablar de los inicios de Ebbelt. Su compañero Rafa Ferrero, Business Development Manager de QdGlobal y Ebbelt, lo corrobora: “Es difícil emprender en una sociedad donde el modelo educativo es por definición agorero, donde se penaliza el error y no se potencia el éxito, la creatividad y el talento.”

NUESTRO CONSEJO: Como recuerda Sergio Bernués, CEO y fundador de Marketing de Pymes, “la frase: “Todo lo que se puede inventar ya está inventado” se le atribuye a Charles Duell, y data de 1865... Ahí es nada”. Ferrero recomienda “traza un plan, testea rutas, prueba cosas nuevas y cada vez estarás más cerca de tus objetivos.”

11. “Hay que tener mucha suerte”

Para Eduardo Marqués, CEO y fundador de The Indian Face, es una de las frases más desmotivadoras que existen: “Este comentario suele desmerecer mucho las capacidades de un emprendedor. Un negocio es una idea acompañada de trabajo, esfuerzo y creatividad y el éxito dependerá de la capacidad que se tenga para saber buscar caminos, interpretar sus destinos y adaptarse para caminarlos. The Indian Face es una marca que nació hace ya más de 10 años y sigue viva, ¿de verdad alguien piensa que tener un negocio rentable 10 años es por suerte?”

NUESTRO CONSEJO: Como recuerda Bernués, “excepto en casos extremos, detrás de la suerte suele haber creatividad, constancia y conocimiento”. “Que le pregunten a mi mujer cuántas horas le echo al proyecto”, insiste Marqués.

12. “El mercado no está preparado”

Luis Ongil, cofundador y CEO de Percentil, llama a estos agoreros “enterradores”, “es una palabra que usamos mucho. Son nefastos para una startup, especialmente para una como la nuestra en la que todo debe ser testado siempre. Cuando empezamos, nos decían que nadie compraría ropa de segunda mano para sus hijos en España, así que hicimos una pruebalean.Montamos una página ficticia y así vimos que había un interés alto en el producto y decidimos montar la empresa. Cinco años más tarde aquí estamos vendiendo un millón de prendas de mujer y niño por internet en cuatro mercados”.

NUESTRO CONSEJO: “Cuando alguien dice esto es imposible les digo: van a meter a un tío en una nave y va a aterrizar en marte. Si eso se puede hacer, lo nuestro también. En realidad, todo se puede intentar mientras se piense una forma sencilla de testarlo y, si el resultado es bueno, tirar por ahí”, matiza Ongil.

13. “Te lo dije”

Uno de los enemigos más grandes del entusiasmo emprendedor es el miedo a hacer el ridículo y sobre todo a que le machaquen con la temible cantinela de “ya te lo dije”. Montse Utset, fundadora de The Make Up Studios, recuerda esa experiencia: “al principio tuve apoyo siempre, aunque siempre había quien te advertía como si fueras a fracasar. Al segundo año de negocio hice una sociedad y ahí me equivoqué. La sociedad involucraba otro negocio, todo se mezclaba y a mí no me convencía. Gasté lo poco que tenía ahorrado y lo perdí. Tuve gente que me decía “ya te lo advertí” y tenían razón.”

NUESTRO CONSEJO: En opinión de Utset, “no pasa nada por equivocarse, lo importante es hacer
 tu plan de negocio con expectativas reales, ser honesto y seguir adelante”. Ferrero defiende: “no crees falsas expectativas e intenta pasar inadvertido en las primeras etapas de tu proyecto”.

14. “No es el momento/ piensa en la familia”

La decisión de emprender nunca es fácil, pero todavía se vuelve más compleja cuando la aventura coincide con un momento vital difícil. Eso es lo que le ocurrió a Nacho de Pinedo, CEO de ISDI; “En 2010 dejé mi puesto de director en una gran empresa, 
en la que gestionaba un equipo de 50 personas
 y con una antigüedad de 10 años. Cambié todo aquello para liderar una startup que ni siquiera tenía oficina. En aquella época yo tenía 42 años, 3 hijos
 y un perro. En este contexto es lógico que las frases más habituales fueran, ‘No es el momento’, ‘¿Has pensado en tu familia?’”.

NUESTRO CONSEJO: “Ante ‘No es el momento’, digo ‘ahora tengo un proyecto y todavía soy joven para reconducir mi vida laboral.’ Y frente a ‘Piensa en tu familia’, replico ‘quiero dar a mis hijos el ejemplo de no conformarse,” defiende Pinedo.



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