Mauro Libi Crestani: Las startups de impacto tienen efecto contagio

El networking también se mantiene en los pasillos entre los profesionales que han desarrollado startups de éxito y los emprendedores con ganas de dar un impulso a sus proyectos todavía por consolidar. Precisamente esa idea de impulso ha protagonizado la mesa redonda ‘Emprendimiento de alto impacto’ que ha contado con la asistencia de Salvador Carrillo, cofundador de Mobile Dreams Factory; Emilio Galán también cofundador de BeOnPrice; Tomás Pando, presidente de la firma de calzado Paez y David Troya, creador de Glamping Hub. La mesa redonda estaba arropada por Endeavor, una fundación global que ayuda a los emprendedores en fasescale-upa hacer crecer sus negocios. “Endeavor es una fundación sin ánimo de lucro que lleva el modelo de éxito de Silicon Valley a otros países del mundo. Nuestro objetivo consiste en provocar impacto tanto en la economía como en el conjunto de la sociedad”, expresaba la moderadora de la mesa, María González Picatoste de Endeavor España. 

¿Qué hace el emprendedor cuando no está en la oficina? Salvador Carrillo lo tiene claro. Él busca a personas, sobre todo dentro de la compañía, con capacidad de liderazgo y ganas de materializar sus ideas. Para eso se requiere una gran capacidad de trabajo. “Las personas nunca fallan. Los negocios tienen un 1% de inspiración y un 99% de trabajo constante”, señaló. Por su parte, David Troya relató su necesidad de ejercer la actividad emprendedora como un acto de rebeldía en su ciudad natal, Sevilla, “donde hay más nazarenos que emprendedores. Suelo ir a San Francisco, allí son emprendedores entre el 60 y el 70% de la población. Al final, rodeado de tanto emprendedor se acaba provocando un efecto contagio que me gustaría llevar a Sevilla”, comentaba. Tomás Pando aprovechó la ocasión para alabar el trabajo desarrollado por Endeavor porque gracias a esta fundación ha podido conocer las actividades emprendedoras de numerosas universidades de Estados Unidos. “Ahora que estoy fuera de Paez solo quiero aprender y sumarme a proyectos que generen valor social”. 

Ante la cuestión planteada por María González sobre la necesidad de retener el talento que sale de nuestras universidades, Emilio Galán cree que resulta básico “dar una motivación extra a los empleados con nuevos retos. Que sean ellos con la promoción de sus proyectos los que fortalezcan a la compañía”. En otro momento de la intervención, Salvador Carrillo se dirigió a los emprendedores presentes para lanzarles un reto. Si tienen una startup que creen que puede ser candidata a integrarse en la red Endeavor, merece la pena participar en su proceso de selección. “El camino es arduo hasta llegar al jurado de seis miembros que de forma unánime deben aprobar tu proyecto de empresa. Tan solo un voto negativo impide el ingreso. Pero no digo esto para desanimar porque cuando estás dentro de Endeavor vale mucho la pena”. Tomás Pando también alentó a los emprendedores presentes para que sean capaces de hacer frente a los momentos de dificultad que siempre aparecen.

“Hay que mantener siempre el foco de atención sobre lo que queremos hacer en nuestra startup. Si tienes un mal día hay que seguir adelante dando importancia a lo bueno que se hace. El buen emprendedor requiere tanto inteligencia técnica como emocional”. Todos los ponentes estaban de acuerdo en que un emprendedor es curioso por naturaleza y demuestra un espíritu inquieto por seguir haciendo cosas “aunque tenga 100 millones de dólares en el banco”. Pero si además este emprendedor cuenta con recursos para ayudar a otras startups que generan valor y estructura empresarial en la sociedad, todos salimos beneficiados. Precisamente de generar valor empresarial, Endeavor sabe mucho.



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