Mauro Libi Crestani: ¿Reconoces a algún compañero de trabajo en este retrato robot?

La startup Woffu, una plataforma en la nube para gestionar eficientemente las vacaciones, las ausencias y la presencia de los empleados, ha trazado un divertido perfil del presentista, un trabajador que acude todos los días al trabajo, hace su horario, parece disponer de una gran carga de tareas, pero, sin embargo, no está contribuyendo con normalidad como el resto de miembros del equipo. "El presentista queda difuminado con más facilidad en empresas grandes, pero no es exclusivo de ellas", aseguran.

¿Reconoces a algún compañero de trabajo en este retrato robot? ¿A algún empleado?

1. Declara estar saturado y sobrecargado

"Cada persona vive la carga de trabajo de manera distinta. Hay personas que encajan bien el llevar una carga de trabajo alta y que se aburren cuando desciende la actividad, mientras que hay otras a quienes les cuesta sostener puntas de trabajo y mantenerse motivados ante los retos", apuntan estos emprendedores. "El presentista suele lamentarse con frecuencia de la enorme carga de trabajo que tiene, con independencia de si está en una época de punta de trabajo o una época de valle. El presentista siempre se siente abrumado", apuntan desde Woffu.

2. Falta de concentración y cumplimiento de horario

"El trabajador que se encuentra en esta situación tiene problemas para concentrarse y abordar las tareas que le corresponden. Es presa fácil para los “despistes” y tiene tendencia a dispersarse tanto físicamente (con exceso de descansos de café o cigarrillos) como mentalmente (accediendo a redes sociales o consultando el móvil personal frecuentemente)".

"Un descanso pequeño injustificado por sí solo no es un problema. Sin embargo, cuando tomarse minutos adicionales se convierte en práctica habitual en una empresa, automáticamente se da una merma relevante respecto a la capacidad real del equipo. Por ejemplo, en una empresa de 20 trabajadores en la que cada uno de ellos acumula 15 minutos de ausencia no justificada al día (5 minutos de retraso por la mañana, 5 minutos más al hacer el café y 5 minutos en la comida), esto supone un total de 6.300 minutos improductivos al mes, es decir, 105 horas. Dicho de otra manera, cada mes se perdería el trabajo de tres semanas de un empleado".

3. Queja tras queja

"Otra de las características que dibujan al presentista es su continua queja: queja por el tipo de trabajo que tiene que hacer, por algún comentario de un compañero, etc. “Es un empleado que necesitará soporte para canalizar sus quejas, ayudándole a entender si son fundadas o no”, apuntan desde Woffu. "Cuando un trabajador en una empresa no ve nunca ninguna bondad y opina que todo está mal, a menudo sin proponer soluciones de mejora, es momento de plantearse el impacto que tiene en el resto del equipo", concluyen.



Ver fuente