Aunque la startup nació en Madrid en 2016, el 70% de su público lo tiene en Estados Unidos, prueba de la ambición global y de la escalabilidad del proyecto. En cuando a la ambición de The Epic School es doble. Por un lado quieren ayudar a los principales influencers del mundo a monetizar sus audiencias y seguir creciendo y, por otro, ofrecer a los más jóvenes programas de formación experiencial con sus ídolos digitales.
Ni hablamos de tutoriales normales ni de profesores comunes. Los docentes en The Epic School son artistas consagrados en disciplinas como baile robótico (Marquese Scott), movimientos acrobáticos (Damien Walters) o estilo libre de skateboarding (el español Kilian Martín). A estos cursos, ya disponibles, sumarán a partir de septiembre otro con un conocido infuencer canadiense que toca la batería (Joey Muha) y otro de producción musical de la mano de un conocido Disc Jockey australiano. Los alumnos pagan entre 35-40 euros por el curso online recibiendo feedback del artista, ahora en el papel de tutor, y del resto de los compañeros virtuales que, al final, valorarán sus progresos.
El hecho de que la plataforma haya apostado inicialmente por este tipo de actividades más deportivas se debe sólo a una razón de oportunidad, cuenta Benjamín Romero, COO, dado que la idea es abrir el abanico a todas aquellas actividades de interés para los millennials, su público, con una media de edad que oscila entre los 15 y los 30 años. Los vídeos son grabados por profesionales y el usuario puede consumirlo cuando y donde quiera.
La intención es ir ganando masa crítica en todo el mundo al objeto de asociar la plataforma a marcas de moda y percibir ingresos por la publicidad. Ello les permitirá cumplir otro de sus planes, “conceder becas a jóvenes que se mueven en economías más desfavorecidas”, dice Benjamín Romero.
La idea de crear The Epic School la tuvo Sebastián Muller, el fundador, a raíz de la organización de YouFest, un innovador festival donde unía a conocidos youtubers con sus fans. Muller es, además, director de Impact Accelerator, una aceleradora de startups en fase growth que cuenta con fondos europeos, y director de ISDI, escuela de negocio digital. Gran defensor de aprovechar las tecnologías para una revolución creativa, Muller ha sabido atraer a su nuevo proyecto inversores de la talla de Rodrigo Miranda Beltrán o el CEO del Sónar Festival, además de contar con un Enisa.
vía La formación experiencial que quieren los millennials