Mauro Libi Crestani: Consejos para combatir a los compañeros y los jefes que quieren robar tus ideas

Tal vez en alguna ocasión te hayas encontrado con una situación comprometida en la que alguna de tus sugerencias ha sido confiscada por otra persona. Para que no te vuelva a suceder, toma buena nota:

1. Vigila tus palabras. Ten cuidado con lo que dices. Una simple conversación de pasillo o un descanso en la máquina del café pueden delatar tus intenciones de sacar a flote una buena idea.

2. Asegúrate de a quién se lo dices. A veces creemos que conocemos a los que tenemos al lado desde hace años, hasta que un buen día nos dan la puñalada trapera. No se trata de que seas desconfiado con todo el mundo, pero sí de que andes con pies de plomo y no hagas confidencias importantes a quien no estés totalmente seguro de conocer. Sería un error contarle tus proyectos a un recién incorporado, por muy bien que te caiga.

3. Las paredes oyen. Vigila dónde dices las cosas. Si estás en la oficina, aunque a tu alrededor aparentemente no haya nadie más, tras
la puerta o en cualquier otro lugar puede haber alguien escuchando.

4. El servicio no es el mejor sitio. No es el lugar ideal para contarte a ti mismo cómo le vas a exponer la idea a tu jefe. Puede que cuando acabe tu monólogo oigas como suena la cisterna del baño de al lado.

5. Pon por escrito tu idea. Haz un desarrollo más o menos detallado de tu idea y ponlo por escrito féchalo y fírmalo. De esta manera quedará patente que la idea es original tuya.

6. Cierra tus archivos en el ordenador. Nunca dejes tus ideas a la vista de cualquiera que pueda pasar delante de tu ordenador. Si tienes que levantarte de tu asiento, asegúrate de que has cerrado el archivo donde estás desarrollando tu idea.

7. Ponlo en evidencia. Con tus datos en la mano y tu proyecto bien desarrollado por escrito, tienes las armas necesarias para desmontar la mentira del ladrón que te robó tu idea. Puedes hacerlo ante el resto de tus compañeros y dejarle completamente en evidencia.

8. Sé un poco chivato. Si has sido víctima de un ladrón de ideas, defiende la que te hayan robado ante tus superiores, pero recuerda que para que te crean has de ir bien documentado.

9. No dejes papeles
 comprometedores sobre la mesa. Cuanto más en secreto mantengas tu idea, mucho mejor. Cuando estés desarrollándola, si lo haces en el trabajo, es conveniente que no dejes notas sobre la mesa que pudieran dar alguna pista a ciertos
 compañerosavispados.

10. Mejor en casa. Lo ideal sería que el desarrollo de la idea lo llevaras a cabo en tu propia casa. Aunque le robaras una horas al descanso de un fin de semana, te serviría para evitarte complicaciones.

11. Huye de los embaucadores. Las amabilidades e invitaciones, más o menos repentinas, de algún compañero de trabajo pueden esconder alguna maquiavélica intención.

Cuando el jefe nos sale cleptómano

No es fácil hacer algo cuando un superior es el que se apropia de nuestras ideas. Sin embargo, a esos enemigos de la organización y de la motivación les importan mucho la imagen personal y profesional asociada a los resultados, y sobre todo los beneficios obtenidos por esas acciones. Por eso, es en la imagen donde más se puede hacer. Como los jefes son los que tienen la sartén por el mango, lo mejor es no dejar ningún cabo suelto antes de exponer nuestra idea.

● Proyecto por escrito y
 comentado. El presentarle un proyecto de la idea desarrollado es fundamental, pero asegúrate antes de presentarlo a tus compañeros para que, en caso de apropiación indebida por parte de tu jefe, tengas testigos de que el proyecto es tuyo.


● Que sepa que tus compañeros lo saben. No es una mala idea que al presentarle el proyecto de tu idea le dejes caer que la has estado comentando con tus compañeros y que fueron ellos quienes te animaron a presentársela. Así se lo pensará dos veces antes de apropiársela.

 No pongas todos los
 datos. Cuando expongas por escrito tu idea no la desarrolles demasiado; así, si tu jefe la quiere contar a sus superiores como suya, no tendrá los datos necesarios para hacerlo. Incluso puedes introducir algún dato erróneo para que se pille los dedos si se atreve a exponerla.

● Sé persistente. Si le presentas la idea y te da la sensación de que no la ve interesante, no te desanimes. Si crees que es buena, no la olvides, preséntasela semanas más tarde dándole alguna vuelta al planteamiento. Tienes que evitar que pase el tiempo y el día menos pensado la presente como suya.

● Puentéale. Si no te queda otro remedio, acude al superior de tu jefe y exponle lo que ha pasado con tu idea.



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