Mauro Libi Crestani: ¿Cuánto cuesta montar un negocio?

Un reciente análisis de la firma de asesoramiento financiero, fiscal y legal para emprendedores Ad&Law estima que, ahora mismo, en España poner en marcha una startup cuesta de media, además del capital inicial, entre 4.000 y 5.000 euros, sin contar local, personal ni inversiones (como pueda ser el desarrollo en un software propio).

Vamos a ver en qué se va el dinero para arrancar.

1. Paso por notaría. "Un emprendedor que constituye una empresa debe pasar obligatoriamente por el Notario y el Registro y pagar las tasas oficiales. Esta cantidad dependerá del montante de la operación, su carácter y el número de páginas", plantea Oliver Von Schiller, socio del bufete Ad&Law. Una sencilla fórmula para reducir ese coste consiste en visitar varias notarías ya que, "al existir competencia entre ellas, se pueden obtener precios más ventajosos. En cambio, si se acude a una gestoría se encarecerá el precio".

"Una empresa que se constituye como sociedad limitada de 3.000 euros (el mínimo exigido) tendría que desembolsar entre 150 euros y 350 euros en la notaría. A esto tendría que sumar los gastos del Registro que cobra 200 euros por una provisión de fondos y, finalmente, por el registro y su publicación entre 100 y 250 euros. Además, legalizar los libros de contabilidad, de actas y de socios costará otros 50 euros al año", explica Von Schiller.

"Para ahorrar costes a la hora de emprender se puede desarrollar la actividad como autónomo, lo que permitiría facturar y deducir, o crear una comunidad de bienes que no tiene costes de Notaría ni de Registro. Sin embargo, recurrir a estas figuras supone que la responsabilidad no es limitada por lo que el empresario debe responder personalmente de las obligaciones derivadas de su actividad empresarial", plantea.

Eso sí, "en el caso de que se elija la figura de autónomo administrador se deberán pagar más de 300 euros al mes de cuota de seguridad social y no se podrán acoger a la tarifa plana de 50 euros", advierte este experto. Von Schiller, no obstante, recomienda constituir una empresa sólo cuando la facturación supere los 50.000 euros o cuando se tenga previsto captar inversores y advierten de que “siendo autónomo tampoco es posible acceder a la mayoría de subvenciones y ayudas”.

2. Registro propiedad intelectual. "Otro gasto que deben tener en cuenta los emprendedores son los generados por el registro de la propiedad intelectual. La tasa que hay que pagar por un registro de marca nacional son 150 euros mientras que el precio, si se registra a nivel europeo, es de unos 900 euros. Una vez concedido el registro habrá que pagar cada 10 años para mantener la marca", recuerda este experto.

3. Si hay local: tasas por licencia de activida, IBI, IAE... "Además, si trasladamos nuestro negocio a un local, aparte del alquiler e impuestos, habrá que abonar una serie de tasas por licencia de actividad (que puede superar los 1.000 euros), tasas de residuos e IBI y el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE). Y, cada trimestre, habrá que fijarse en el IVA, las retenciones, los pagos a cuenta del impuesto de Sociedades, etc", añade.

¿Una fórmula de ahorro? Pensar muy bien cuándo comienzas. Los expertos recomiendan arrancar con la actividad de tu negocio coincidiendo con el inicio del periodo al que corresponde las declaraciones o liquidaciones: o al principio de año, o, si no puede ser, al principio de un trimestre. Y siguiendo esta misma lógica siempre es mejor a principio que a finales de mes. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los impuestos son de devengo anual, y que cada tres meses hay que hacer declaraciones, liquidaciones y pagos fraccionados o a cuenta, y, en este contexto, que existe la misma obligación formal para quien comienza una actividad un 1 de enero que para quien lo hace un 30 de diciembre, y las mismas obligaciones trimestrales para quien inicia su actividad al principio que para quien lo hace cuando al término de un trimestre.

Según el tipo de negocio, la infraestructura física –local y acondicionamiento del local– va a ser uno de los principales gastos de partida. Si ofreces servicios a distancia, y el cliente no tiene que pasar por tus oficinas y tu vas a las suyas, no será tan importante, pero si es un negocio de cara al público es un elemento importante. En ese terreno siempre es recomendable para el que empieza una opción de alquiler, más que una opción de compra. El objetivo es reducir el desembolso en todo lo posible y evitar compromisos a largo plazo.

Siempre hay que contar con que estos recursos que alquilas, además del coste mensual del metro cuadrado, requieren depositar unas fianzas o depósitos, un desembolso que tienes que hacer antes de empezar con tu actividad. La contrapartida de esa fórmula de contratación flexible es tener que conseguir ese dinero, o esos documentos en los bancos que avalen tu solvencia y tu compromiso. Calcula un depósito de entre uno y dos meses, y con un aval de entre seis y nueve meses. El coste del aval dependerá de la relación con tu banco, que puede tenerte ese dinero inmovilizado o no. Además tienes que hacer un cálculo del gasto de luz, gas y agua –para esta partida calcula un mínimo de 100 euros mensuales–.

4. Gastos laborales. "Si una empresa contrata a un trabajador tendrá que darse de alta en la Seguridad Social solicitando un Código de Cuentas de Cotización. Desde ese momento deberá  presentar y pagar correctamente los seguros sociales de cada trabajador. Si se contratan becarios habrá que pedir un código de cuenta de cotización diferente y pagar por cada becario una tarifa plana de seguros sociales con un coste aproximado de 40 euros", añade.



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