Mauro Libi Crestani: El emprendedor que nos ha hecho ver la TV de otra manera

Sin su labor, probablemente, nunca habrían salido a la luz espacios tan señeros como Médico de familia o El Juego de la Oca. También a su buen hacer debemos la penetración de formatos tan interesantes como Caiga quien caiga, que supuso un antes y un después en la parodia política televisiva. Fue socio fundador de Globomedia, Notro Films, Vértice 360 y ahora de Onza Partners. Y tras 24 años haciéndolo todo en el sector audiovisual, lo vemos como productor ejecutivo de una de las series actuales más rompedoras y exitosas, El Ministerio del Tiempo.

“Llevábamos un tiempo desarrollando un modelo de producción diferente al tradicional que buscaba aunar creatividad y gestión en un modelo mixto que se autogestionase y diese continuidad a las televisiones con una producción. Y Javier y Pablo Olivares querían dar el salto a ser productores. De manera que el acuerdo encajaba con nuestro modelo. Somos coproductores al 50%: nosotros asumimos el riesgo económico y permitimos al creativo centrarse en los contenidos”, explica nuestro protagonista José María Irisarri. Un modelo que han trasladado a otros proyectos, como Control de fronteras, en Discovery Max, o Fuera de cobertura, para Cuatro.

Esto es sólo la punta del iceberg de una empresa que aúna distribución, producción, comunicación y hasta inversión bajo un mismo paraguas: Onza Distribution, Onza Entertainment, Onza Comunicación y Onza Capital. A través de esta última división, al 50% con Inception Capital, han creado un fondo que cuenta con 14 millones de euros con el que ya tienen nueve participadas:

Fintonic, Adglow, Bucmi, NativeAd, EShop, Aomm, Paymet, People Who e iNeumaticos. “Invertimos en compañías nativas digitales en fase VC (venture capital) o de consolidación”, recuerda.

Equipos temporales

Irisarri reconoce que el sector ha “vivido una reestructuración seria. La integración vertical –es decir, las organizaciones que aglutinaban creativos, peluquería, attrezzo, cámaras y demás oficios– ha desaparecido. Ahora los oficios están en el mercado y uno hace equipo con los profesionales externos en función del proyecto en el que esté metido”. De ahí que la plantilla de Onza Partners “dependa de las producciones que tengamos entremedias, oscilando desde los seis fijos hasta los 70 o más que puede implicar una producción”. El recurso humano es, precisamente, el que, en su opinión, marca la diferencia entre el éxito y el fracaso en su sector: “El talento es clave porque vendes intangibilidad y fugacidad: no es lo mismo un guión hecho por un señor que por otro, ni un casting, ni una dirección... Detrás de cada acción hay un componente humano y eso hay que saber ponerlo en valor”.

Como líderes en la distribución internacional de contenidos (distribuyen en toda Latinoamérica, Europa y Asia y acuden a 11 mercados internacionales), son de las pocas voces autorizadas para analizar cómo se ve la producción audiovisual patria más allá de nuestras fronteras. “Cada vez está mejor valorada en el exterior porque ha crecido mucho en creatividad y prestigio. Se nos aprecia porque con presupuestos infinitamente menores hacemos proyectos de calidad. Allí un capítulo de Juego de Tronos puede superar los 10 millones de euros y aquí hacemos una temporada de 13 capítulos de El Ministerio del Tiempo por menos de ocho millones”.

Entre sus proyectos más inmediatos, “adentrarnos cada vez más en aspectos muy tecnológicos. Ahora tenemos el 52% de Live Audiovisual que nos permite producir contenidos antes impensables, como los espectáculos deportivos, y dirigirnos hacia contenidos cada vez más transmedia”. La facturación consolidada de todo el grupo, incluidas las participadas, ronda los 20 millones de euros.



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