Mauro Libi Crestani: La clave del éxito para invertir en startups

Traducido literalmente al castellano, deal flow significaría flujo de operaciones. Eneko Knörr, fundador de Hostalia o Ludei y ahora inversor y CEO de AngelClub, aprovechó su participación en la edición de New York Summit, para aclarar en una ponencia que, en el ámbito inversor, el 'deal flow' hay que entenderlo como la batalla de un inversor para hacerse visible y darse a conocer en el ecosistema emprendedor al objeto de que las startups te busquen como la primera opción para ampliar capital y no acudan a ti después de que las hayan rechazado otros.

Convertirte, como inversor, en esa primera alternativa es lo que va a permitir que te lleguen los mejores proyectos nuevos y que, con mucha probabilidad, serán los más rentables. Esto es lo que persiguen muchas incubadoras y aceleradoras, pero también es lo que ambicionan los principales fondos de capital riesgo, los business angels u otras sociedades de inversión. Cuantos más proyectos o propuestas de inversión reciban, más posibilidades de acierto se supone que existen. “Es necesaria al menos una cartera de 10 inversiones para aumentar la probabilidad de que una participada sea todo un éxito y nos permita obtener rentabilidad para toda la cartera”, es la opinión de Pedro Bisbal, responsable del sitio larga vida a las startups y director de la red de Innoban en Valencia.  “Cuando llegues a este número de participadas, estés muy próximo e incluso lo sobrepases, podrás esperar obtener unos retornos interesantes, y aún así, nadie te lo puede garantizar, pero al menos estarás mejorando sustancialmente la probabilidad de que así sea", afirma.

La actitud

Pero al margen de este factor clave para ejercer de buen inversión, quiso Eneko Knörr facilitar una regla bastante básica que, desde su punto de vista, deberían tener en cuenta todos los interesados en invertir en startups. Y es que solo inviertas aquel dinero que no vas a necesitar nunca. Si el consejo para invertir en bolsa es que lo hagas sin prisa pensando en el medio plazo, aquí la recomendación es olvidar los plazos totalmente y dar, a priori, el dinero por perdido. Esta debería ser la actitud de un inversor en startups teniendo en cuenta la elevada tasa de desaparición y las brusca evolución de muchas de ellas. “Una startup puede valer un día 15 y al día siguiente cero”, es la advertencia. El aliciente es la alta rentabilidad que puede obtenerse en caso de acierto.

A parte de la actitud, otros factores en los que conviene fijarse antes de decantarse por uno u otro proyecto son: el equipo, su ambición y la escalabilidad del proyecto. Recordar también que cuanto más temprana sea la fase del proyecto invertido mayor será el riesgo, pero también crece la posibilidad de aumentar la rentabilidad. De aquí otro de los consejos de Knörr consistente en combinar en el portfolio startups en distintos estadios al objeto de que sea lo más equilibrado posible.



Ver fuente